Los robos de motos están incontrolables en Jalisco. En el año de 2015 sumaron mil 540 averiguaciones previas por este delito, pero el pasado se reportó el récord de tres mil 768 vehículos hurtados. Y en este año, con todo y pandemia, ya van mil 846.Aunque en Guadalajara se roban prácticamente una de cada cuatro motocicletas en Jalisco, la zona donde más delitos se perpetran está en Tlajomulco de Zúñiga: en el Fraccionamiento Santa Fe. Tan sólo entre enero y agosto pasados se hurtaron 30 vehículos ahí, de acuerdo con la Fiscalía del Estado.La práctica común es que los delincuentes se roban las motos estacionadas. Sin embargo, también hay reportes de robos violentos cuando las personas circulan por las calles.En Guadalajara se identificaron siete colonias con mayor número de robos en lo que va del año: Circunvalación Oblatos y Centro (con 12 denuncias cada una), Heliodoro Hernández Loza (11), así como El Carmen, Oblatos, El Sauz y San Juan de Dios (con 10 hurtos cada una).Estos lugares cuentan con zonas de concentración de negocios.David Arturo llegó a su casa en Tlaquepaque para resolver un pendiente y dejó por unos minutos su motocicleta en la calle. Cuando salió, el vehículo no estaba. “Ni los perros ladraron”. Aunque denunció ya pasó un año y no sabe más.Entre enero y agosto pasados se han denunciado mil 846 motocicletas robadas en Jalisco, que representan un promedio de ocho hurtos al día, según la Fiscalía del Estado. Del total, uno de cada cuatro robos fue con violencia, mediante el uso de algún arma, golpes o amenazas para despojar a la víctima de su bien, una tendencia que va en aumento.La Zona Metropolitana de Guadalajara concentra estos ilícitos: mil 310 denuncias en Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco y El Salto.Guadalajara está a la cabeza, con 413 denuncias. En segundo lugar no está Zapopan, pese a ser la segunda ciudad con más población en la metrópoli, sino Tlajomulco de Zúñiga, con 248 ilícitos. Le siguen San Pedro Tlaquepaque, con 218 denuncias; Tonalá, con 176; Zapopan, con 170, así como El Salto, con 85.Puerto Vallarta es el municipio fuera de la metrópoli con más delitos, al registrar 137 hasta agosto de este año.“Esta cantidad de robos es primeramente porque son fáciles de transportar. Si está estacionada, la pueden subir a un vehículo para llevársela… y es muy difícil que la Fiscalía de Jalisco pueda dar con las motocicletas”, justificó Rogelio Barba, académico de la Universidad de Guadalajara, ante las razones por las cuales aumentó este ilícito.Otro móvil es que este tipo de vehículos son prácticos para los delincuentes. “Son jóvenes que se dedican a robarlas y luego las utilizan para otros actos delictivos”.De hecho, en lo que va del año, la Fiscalía del Estado informa sobre tres personas procesadas por motocicletas robadas. En dos de esos casos fueron por detenciones de policías municipales y solamente uno mediante una orden de aprehensión.Durante 2015, las denuncias por robo de motocicletas sumaron mil 540 investigaciones, según lo reportado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Sin embargo, desde entonces se disparó este ilícito, pues sumó más de mil casos para llegar a los dos mil 594 robos en 2016. El año con más hurtos de motos en Jalisco fue el año pasado: tres mil 768 vehículos. Robos de motos en JaliscoMunicipios con más robos en 2020** Hasta agosto. “Estuve investigando mucho tiempo y traté de comprarles la moto que me robaron. Me vendían otra igualita a la mía, pero no era”, cuenta David Arturo, en su experiencia cuando le hurtaron su motocicleta en la colonia El Álamo, en San Pedro Tlaquepaque.Fue un viernes, cuando llegó a su casa a eso de las siete y media de la noche. Bajó de su moto y la dejó afuera junto a un árbol. Tras ponerle candado, se metió al domicilio.“Salgo y no estaba. Le doy la vuelta a la manzana y me encuentro a policías”, que no pudieron recuperarla.Luego solicitó a los vecinos que tienen cámaras de vigilancia que le permitieran ver las imágenes, donde se dio cuenta de que todo ocurrió muy rápido y sin que le batallaran los ladrones, pues se la llevaron en una camioneta en unos segundos.“Fue cuestión de 10 minutos o menos… se la llevaron, con todo y candado la cargaron. Ni ruido hicieron, ahí están los perros y ni siquiera ladraron”.Ante la falta de reacción de las autoridades, decidió ir por su cuenta a los tianguis para encontrarla, pero nada. Después, un conocido lo puso en contacto con personas que se dedicaban a esta actividad, tras lo que descubrió que venden las motos robadas en cinco mil pesos.Generalmente, las que venden son las de bajo cilindraje, mientras que motos más grandes o estilizadas, que se puedan identificar fácil, mejor las desarman.“Primero las desmantelan y las venden por partes, es la manera más rápida porque venderlas es una bronca porque están marcadas con su número de serie. Por refacciones le sacan más que vendiéndolas en cinco mil pesos”. Cuando vio que la moto que le querían vender no era la suya, se dio cuenta de que ya no recuperaría su vehículo. “Me dijeron que la desarmaron y la vendieron por piezas… y ahí quedó”.De entonces, ha escuchado testimonios de más compañeros y amigos donde han descubierto que una de las dinámicas para robarse las motocicletas es aprovechar que las dejan estacionadas, “para luego llevárselas en camionetas cerradas”, sobre todo en calles solas o en centros comerciales.“Tengo otro amigo que así le robaron su moto. Llegan en una camioneta tipo van… y aunque la tengas con candado de disco, llegan entre dos y la suben rápido”.Su moto no tenía seguro, pues le costó 35 mil pesos, mientras que asegurarla costaba 14 mil anuales. “En lo que pagas dos años ya vas y te compras otra moto”.Con su experiencia, el candado no es suficiente para evitar los robos, por lo que en su casa guarda de inmediato su nueva moto. Y cuando la estaciona en otros lugares, no deja de vigilarla. “Te descuidas poquito y te le atraviesas a los delincuentes”. Rogelio Barba (investigador de la UdeG).La alta incidencia de robos de motocicletas y el poco personal de la Policía Investigadora hacen que la Fiscalía del Estado carezca de capacidad para investigar este delito, el cual goza de una amplia impunidad, remarca Rogelio Barba, investigador de criminalística de la Universidad de Guadalajara.“La Policía Investigadora no tiene la capacidad para dar con las motocicletas robadas, tendrían que ponerse de acuerdo con las Policías municipales y la Policía Vial para poder hacer investigaciones sobre el delito”.El académico presume que la mayor parte de estos vehículos van a parar a las colonias populares de Guadalajara, Tonalá, Tlaquepaque o en la Zona Valles de Tlajomulco, donde hay una alta incidencia delictiva de robos y homicidios.Y generalmente las personas que las poseen las utilizan para moverse y delinquir dentro de esos mismos lugares, pues desplazarse a otras zonas de la ciudad o por avenidas las hace vulnerables a las autoridades, que acostumbran a instalar retenes para detectar motocicletas irregulares en avenidas.“Los jóvenes que se las roban seguramente se las acaban en el transporte que tienen en su mismo barrio para delinquir”.Así, las irregularidades que se detectan son en su mayoría constituyentes de infracciones, como conducir sin casco, no contar con licencia o refrendo, y no precisamente por circular en moto robada.Es por ello que considera útil que las autoridades monten operativos en conjunto con las Policías Municipales y la Policía Vial, pero dentro de las colonias.“Podrían también investigar en los tianguis donde venden las motos, ahí puede que las vendan por piezas o la motocicleta entera”. Pasarse un alto, carecer de placas o mostrarse sospechosos o evasivos, son las constantes de la mayoría de las personas que son detenidas en motocicletas robadas, de acuerdo con la información divulgada por las Comisarías Municipales. Sin embargo, en Tlajomulco de Zúñiga también han logrado la captura de ladrones en flagrancia y hasta han desmantelado bandas de criminales dedicadas al robo de motocicletas con ayuda de la tecnología y de labores de investigación.El pasado 23 de mayo, la Policía de Tlajomulco ya contaba con información sobre un grupo delincuencial que se dedicaba al robo de motos. La tarde de ese día, el sistema de lectura de placas del Centro de videovigilancia C4, controlado por el Ayuntamiento, les arrojó una alerta.El sistema identificó una motocicleta de bajo cilindraje robada ese día en Valle de los Encinos, la cual era tripulada por dos hombres. Las autoridades siguieron la trayectoria a través de las cámaras sobre la avenida Yuscapán, en el fraccionamiento Hacienda Santa Fe. Con esa información movilizaron a las patrullas cercanas hasta dar con la moto cuando sus tripulantes ya estaban acompañados de personas que circulaban en otros dos vehículos similares.Al revisar la información encontraron que las tres tenían reporte de robo, por lo que detuvieron a todos los tripulantes: seis hombres y dos mujeres. Entre ellos había uno que cargaba con una pistola calibre 38 especial.Mientras los policías los detenían, dos sujetos más llegaron en una camioneta para amedrentar a los oficiales, por lo que, con el apoyo de más unidades de la Comisaría Municipal, los detuvieron también. Éstos portaban una subametralladora calibre 9 milímetros y dos cuchillos. Sigue #DebateInformador y participa en Twitter en el debate del día @informador¿Qué opina de la recuperación de vehículos robados por parte de la autoridad?JL