Mientras el número de jubilados está en incremento en el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal), también aumentan las quejas de usuarios ante la falta de medicamentos y por el retraso en las citas o cirugías.Inés denuncia: “Hace tres días fuimos a la farmacia de la Pila Seca en Tlaquepaque, pero faltaban muchos medicamentos. Y la farmacia de Federalismo está igual. El problema es que ahora nos están dejando sin otros servicios para los pensionados, como la terapia física… Estamos peor que nunca”.Alfonso Gamiño, profesor jubilado, afirma que desde la pasada administración han detectado retrasos en las cirugías. El integrante del Colectivo Pro Defensa de Patrimonio del Ipejal señala que en 2018 contabilizaron un rezago de tres mil 500 intervenciones; sin embargo, persiste el problema. “Los enfermos tienen meses esperando en cirugías oncológicas o de urgencia, en tomografías y otras áreas”.El Instituto confirma que hay 520 cirugías programadas, pero acentúa que la cifra es solamente de enero de 2020. Evade información sobre el acumulado.Otro usuario de nombre Raúl Torres (de 89 años) critica que, desde hace un mes, no encuentra el fármaco que requiere para su enfermedad del corazón. Y padece Parkinson. Por eso lamenta el calvario que enfrenta para atenderse porque su hijo lo mueve en silla de ruedas y se le complica acudir con frecuencia para comprobar si ya llegó la medicina.La Dirección de Comunicación Social de Pensiones tampoco respondió a una solicitud de entrevista para detallar en qué va la nueva licitación de medicinas por 868.7 millones de pesos para el periodo 2020-2021, a pesar de las observaciones internas que se le hicieron al dictamen.Destaca que el Ipejal reporta el incremento del número de pensionados y jubilados. En febrero pasado se registraron 37 mil 467, cuando en 2017 estaban documentados 31 mil 764.Aunque el Ipejal informa que en los últimos años aumentaron los presupuestos para los servicios médicos de los pensionados, esto no derivó en un mayor número de atenciones en los hospitales.Mediante Transparencia, en el folio 00661420, la institución comparte que en 2017 destinó 526 millones de pesos para servicios médicos. Durante 2018 la cifra fue de 644.9 millones y para 2019, el monto fue por 831.4 millones de pesos. En comparación, en 2017 atendieron a siete mil 023 pensionados, mientras el año pasado sólo a seis mil 316. Más presupuesto y menos atenciones.El Instituto de Pensiones explica que el servicio médico cuenta con tres unidades familiares para prestar atención de primer nivel: Unimef Federalismo, Unimef Javier Mina y Unimef Pila Seca. Lo que sí diversificaron fueron los hospitales que brindan atención médica de segundo o tercer nivel, así como alta especialidad. En 2017 y 2018 contaban con nueve espacios y, en 2019, cerraron con 12.Para el interior del Estado tienen un convenio de atención con el IMSS, aunque no precisan el número de consultas. El Ipejal informa que preparan la construcción de una nueva clínica en Zapopan, que costaría 80 millones. Se solicitó entrevista, pero no se obtuvo respuesta.Fuente: Ipejal.Alfonso Gamiño, profesor jubilado e integrante de Colectivo Pro Defensa de Patrimonio del Instituto de Pensiones de Jalisco (Ipejal), afirma que desde la pasada administración estatal han detectado retrasos en las cirugías que los pensionados requieren.Indica que en 2018 contabilizaron un rezago de tres mil 500 y, a la fecha, un atraso de dos mil 500 operaciones.“Son de personas que tienen meses esperando. Hablamos de cirugías oncológicas o de urgencia, pero al no dar las autorizaciones, las enfermedades van avanzando. Lo mismo con estudios de tomografías… hay muchos casos rezagados”.Gamiño indica que otra petición que no ha sido atendida es que todas las unidades médicas familiares cuenten con máquinas para realizar rayos X.“Pero en Pila Seca de Tlaquepaque tenemos más de un año que no se ha arreglado, según nos comenta el personal… que no lo quieren arreglar. Y tenemos dos hospitales especiales que no brindan la atención como hospital regular: uno es el Psiquiátrico, y otro el Santa Lucía. Que solamente ofrecen cuestiones de la vista, pero no ofrecen la atención integral”.Vía Transparencia, el Ipejal detalla que hay 520 cirugías programadas por realizar, aunque solamente precisa que la cifra es del mes de enero de 2020. Aunque se solicitó el histórico de operaciones quirúrgicas pendientes o canceladas, la Unidad de Transparencia contesta que la información es inexistente. Ocultan la información.El requerimiento más solicitado es la colonoscopia (44), seguido de la esofagogastroduodenoscopia (32) y el bloqueo facetario (27).Según el Ipejal, en 2017 contabilizó nueve hospitales subrogados en la Zona Metropolitana de Guadalajara para brindar atención médica de segundo y tercer niveles, así como de alta especialidad. Ese año, los hospitales que otorgaron servicio fueron: Hospital Santa Margarita, Hospital Terranova, Clínica Santa Lucía, Lomas de Providencia Unidad Médica, Operadora de Hospitales Ángeles, Sanatorio Guadalajara, Hospital Arboledas de Zapopan, Hospital San Juan de Dios y Clínica Quirúrgica del Bosque. Un año después fueron los mismos centros de salud.Pero por Transparencia reportan que en 2019 aumentaron a 12 espacios: Hospital Santa Margarita, Hospital Terranova, Clínica Santa Lucía, Lomas de Providencia Unidad Médica, Operadora de Hospitales Ángeles, Sanatorio Guadalajara, Hospital Arboledas de Zapopan, y Hospital San Juan de Dios. Además de que se sumó el Hospital Bernardette, Médica de la Ciudad, Puerta de Hierro y Santa Catalina.Para el interior del Estado tienen un convenio de atención con el Instituto Mexicano del Seguro Social, aunque no precisan número de consultas.TESTIMONIOAlfonso Gamiño, profesor jubilado, considera que las políticas de salud han empeorado con la nueva administración. Dice que anteriormente se espaciaban las consultas médicas de uno a dos meses y los doctores recetaban medicamentos en lo que les daban la nueva cita. Pero ahora, asegura, las consultas se alargaron hasta cuatro meses y las medicinas no cubren ese periodo.“Entonces, como no alcanzan las medicinas, nos obligan a ir cada mes para reactivar las recetas. El problema es que muchos compañeros tienen problemas de movilidad, llegan en andaderas, obligan a los compañeros a que vayan cada vez, y lo peor es que muchas veces no hay medicamentos”.Indica que la mayoría de los usuarios padecen enfermedades crónicas degenerativas, como diabetes, hipertensión y artritis. “La función del fármaco no es la de curar, sino de aminorar los síntomas, pero con esta política de dar los medicamentos cada mes, se quedan sin ese tratamiento, lo que ha provocado que las enfermedades sigan avanzando. Nos dicen que entonces nosotros compremos los medicamentos, porque muchos no tienen o ganan lo suficiente con su pensión”.También recalca que los hospitales están saturados.Añade que el colectivo tenía mesas de trabajo con los directivos del Instituto, pero ya no forman parte porque no han cumplido en los temas de salud.“Ante la poca seriedad y a la falta de acuerdos, nos levantamos de esa mesa. De verdad pensamos que iba a mejorar, pero las cosas están todavía peor”.Vía Transparencia se pidieron datos sobre el tiempo de espera para consulta y cirugías, pero el comité declaró la información como inexistente.Otro ejemplo del desabasto que padecen usuarios es el caso de Julia Sierra y su esposo, que tendrán que comprar el medicamento somazina, el cual no encontraron en la farmacia Unimef Federalismo del Ipejal. “Es la medicina que más nos importa porque es para problemas cerebrales, también la compramos el mes pasado…”.La mujer explica que necesitan 60 pastillas al mes, y que cada caja con 10 pastillas cuesta mil 200 pesos, por lo que desembolsaron siete mil 200 en febrero pasado y volverán a gastar lo mismo en marzo, ya que no la surtieron y se debe tomar todos los días.Raúl Torres es otro afectado. Sostiene que desde hace un mes no encuentra el fármaco que requiere para el corazón, aunque tiene 89 años y padece Parkinson. Su hijo lo mueve en silla de ruedas, por lo que se le complica acudir con frecuencia a ver si ya llegó la medicina.Explica que ya es el tercer mes que le pasa lo mismo, por lo que tienen que buscar el medicamento en farmacias privadas.“Nos sentimos como ciudadanos de tercer nivel, trabajamos y dimos lo mejor de nosotros en nuestra juventud. Y ahora nos olvidan porque estamos grandes. Incluso, yo fui medallista estatal, gané carreras de 400 metros”.El Instituto de Pensiones reporta que en febrero de 2020 contaba con 37 mil 467 pensionados, esto representa cinco mil 703 más personas que en 2017.De acuerdo con el análisis de 2017 destacan 31 mil 764 pensionados en ese año, con una erogación mensual de 434.4 millones. De esa cantidad, 65% es por jubilación, 14% por invalidez, 10% por beneficiarios, 8% por edad y 3% por viudez y orfandad.En comparación, se documenta que de los 37 mil 467 pensionados registrados hasta febrero de 2020, con un importe de nómina mensual por 564.8 millones de pesos, 67% es por jubilación, 12% por invalidez, 10% por beneficiarios, 8% por edad y 3% por viudez y orfandad.Este medio publicó que un estudio actuarial realizado en 2017 reveló que el aumento de jubilados y la reducción de la base de trabajadores en activo provocaron que disminuya la suficiencia presupuestal del fondo de ahorro de la institución. “Llegará el momento en que el Instituto no pueda cubrir el gasto con los ingresos regulares. Se espera que en no más de dos años entre en la fase en que tendrá que usar los intereses de la reserva para cubrir el gasto en pensiones”, se especifica en la evaluación que llevó a cabo el despacho Farell Grupo de Consultoría.La posibilidad de poner un límite al máximo que se puede pagar en una pensión sigue en análisis.En el Ipejal se detectaron anomalías en los borradores para la licitación de medicamentos 2020-2021, con un techo presupuestal de 868.7 millones de pesos; es decir, 434 millones por año. La primera observación fue que no se especifica si la licitación es local o nacional. Tampoco encontraron análisis del costo-beneficio que sustente la opción de lanzar la licitación multianual, ya que el monto solicitado por la Dirección de Servicios Médicos es de 353 millones (anual).En ese sentido, requirieron consultarle a la Dirección de Finanzas cuál era el monto disponible para 2020, porque el presupuesto sería cargado a inicios de año.Otro de los puntos es que hace distinción en los tiempos de entrega de medicamentos de urgencia “alta” y “normal”. Esto puede generar una carga administrativa y provocar incertidumbre en el control, por lo que se sugirió dejar el periodo de entrega en 10 días.También se advierte que se estaban usando precios históricos de licitaciones anteriores únicamente en 265 claves, por lo que faltaría completar con datos de más medicamentos adquiridos recientemente. Sobre las cotizaciones, se resalta que algunas diferían mucho, por lo que afectaban el precio final. Por ejemplo, un medicamento que cuesta 0.59 centavos tenía cotizaciones de hasta 38.25 pesos, lo que alteraba el costo total.Se solicitó una entrevista para precisar si habían corregido las observaciones, pero no se concretó.Sigue: #DebateInformador¿Qué opina del servicio médico que se ofrece en el Ipejal?Participa en Twitter en el debate del día @informador