Jueves, 28 de Noviembre 2024

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Violencia en las aulas

Por: EL INFORMADOR

Mientras los administradores de la educación están ocupados en asuntos de "importancia", diría Saint Exupery, en "El Principito", como tomarse la foto en las pruebas ENLACE… mientras en las cúpulas se hacen componendas políticas, en las escuelas de México, privadas y públicas, crece uno de los fenómenos más directamente relacionados con la violencia: el "bullying", es decir, la violencia de estudiantes contra estudiantes; violencia por cualquier razón o, incluso, sin razón, porque un estudiante se sentó en una fila, porque saludó o, porque no lo hizo, el punto no es la provocación, si existiera, sino una conducta violenta de grupos de estudiantes que crece cada vez más en las escuelas de este país ante, muchas veces, poca capacidad de respuesta por parte de las escuelas.

Maestros y directores, ocupados en la educación de estudiantes provenientes de entornos familiares y socioeconómicos cada vez más complejos, con grupos sobre saturados e irregulares en asistencia y en aprendizaje; educadores a quienes tienen ocupados en cumplir las múltiples exigencias como el llenado de formatos que el sistema les demanda, exigencias cumplidas, los dejan, sin embargo, sin apoyos institucionales para que los maestros puedan canalizar esta problemática a especialistas, psicólogos y manejadores de conflictos, que en otros países están presentes en los centros de educación, en México son una ausencia sentida debido a la utilización de los recursos dedicados a la educación sin analizar la problemática que en las escuelas se presentan, sin mucho cavilar sobre las presiones que los maestros, los padres y los estudiantes reciben del entorno, uno cada vez más falto de atención y cada vez más violento.

Para entender el problema del "bullying", y sus posibles causas, se puede recurrir a estudios como el de la investigadora Solís Leeré, quien señala que los niños y jóvenes están rodeados de violencia, sólo en la televisión: "Los actos violentos a los que un menor está expuesto durante 10 horas de programación infantil de una de las principales cadenas televisivas del país, son 582; de los cuales 252 corresponden a muertes violentas; es decir, prácticamente 58 actos de violencia por hora, casi uno por minuto".

La violencia transmitida a los niños es mucho más penetrante, porque los niños carecen de las defensas necesarias para procesar actos violentos, sin embargo, esto no detiene a los programadores "estrella" del canal de las estrellas, y en horarios como el de 12 a 13 horas, cuando los pequeños llegan del jardín de niños, éstos pueden ser testigos de 183 actos violentos, sólo en ese "inofensivo" lapso.

Los administradores de la educación y las autoridades de este país, ante la preocupación de los padres de familia, se preguntan: ¿por qué tanta violencia… será culpa de los maestros… o, quizá de los padres de familia…? Sin reflexionar que en este asunto, la responsabilidad es de todos: administradores de la educación, padres de familia y maestros, todos como un equipo comprometido. Pero las autoridades de este país deben saber que hay un actor dañando sin reflectores en un bombardeo de violencia a los niños, a los adolescentes y jóvenes; un actor que utilizando un espacio público, no ha respondido a su responsabilidad social… uno al que hoy, las autoridades deben llamar la atención.

LOURDES BUENO / Investigadora de la UdeG.

Correo electrónico: lourdesbueno03@yahoo.com.mx

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