Viernes, 24 de Enero 2025

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Por: EL INFORMADOR

El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados está trabajando en una propuesta para que el Gobierno federal establezca un plan de austeridad que tenga como eje central la reducción de los gastos de funcionarios, y de los ahorros que resulten hacer un programa de infraestructura y obra pública en 2009.

La idea ya fue expuesta este lunes 29 por el diputado federal César Flores Maldonado, vicecoordinador del Área Jurisdiccional de la fracción perredista, quien la ha sustentado en un argumento irrebatible: “Frente a la recesión económica mundial y los efectos a la economía mexicana, se requieren acciones contundentes que vayan más allá del discurso y la promesa en materia de austeridad en el gasto público”.

Entre las medidas específicas que promovería este plan de austeridad quedaría incluida una reducción en el gasto corriente, que estaría vinculada con erogaciones en las que los funcionarios (incluyendo a los legisladores, por supuesto) suelen incurrir prácticamente sin medida, como es el uso de teléfonos celulares, la compra de vehículos para su servicio y el de su personal, o los viáticos, boletos de avión y el pago de asesorías.

“Todos esos recursos se buscará que sean canalizados a infraestructura carretera, obra pública que genera empleo y que sea una válvula a la inminente recesión que ya vive México”, ha planteado el legislador, y suena razonable que la idea tenga buena recepción, primero por el resto de los grupos parlamentarios del Congreso de la Unión, y luego por los gobiernos, en sus tres órdenes, así como por el Poder Judicial, en donde también se dan los excesos.

Una situación de emergencia económica, como la que ya tenemos encima, no admite que sean sólo quienes viven de su trabajo los que paguen con austeridad. Antes bien, los que devengan sus salarios del dinero que aportan todos los contribuyentes, deben poner el ejemplo y ceñirse a patrones de absoluta mesura, porque el hecho de que los gastos en que incurren no salgan de sus bolsillos, no les da derecho a que lo gasten con manga ancha.

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