Tiempo de unidad

Mientras pasan los días y se acerca la ineludible fecha de inauguración de los Juegos Panamericanos del año 2011, la realidad obliga a las diferentes autoridades a olvidar los orígenes partidistas e ideológicos que les proporcionaron base para llegar a los cargos que ostentan, y ocuparse con seriedad y profundidad en la organización del evento internacional.

Un ejemplo evidente de que ya no hay tiempo para perder, es que el presidente municipal de Guadalajara, Aristóteles Sandoval Díaz, viaja hoy a la Ciudad de México para reunirse con el titular de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), Mario Vázquez Raña, en un encuentro en el que estarán presentes también el director del Comité Organizador de los Juegos, Carlos Andrade Garín, y el gobernador Emilio González Márquez.

La reunión deberá establecer una pauta definitiva de comportamiento para que se terminen las especulaciones y los obstáculos que todavía se oponen a la organización del máximo evento deportivo que haya albergado la Zona Metropolitana de Guadalajara y que, definitivamente, contribuye a la cristalización de numerosos objetivos de desarrollo para la ciudad.

Si el alcalde tapatío, como es de esperarse, queda confirmado como presidente del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos, Vázquez Raña recibirá un claro mensaje: pese a las complicaciones que se han presentado en el pasado, hay una firme base de unidad entre las diferentes autoridades de Jalisco para emprender la etapa final y decisiva de la organización de los Panamericanos, que incluye la construcción de la Villa Panamericana en el predio El Bajío, tal como ya se acordó.

Están todavía en oposición las posturas de algunos organismos civiles que argumentan la defensa del medio ambiente, pero que se empeñan en ignorar los elementos técnicos y legales que permitirán la edificación de una Villa Panamericana que cumpla con las expectativas no sólo de las autoridades deportivas, sino también de los habitantes de la ciudad, que si ahora no tienen completamente la percepción de los Panamericanos, sí exigirán, llegado el momento, capacidad y eficiencia en la organización para que finalmente Guadalajara cumpla el compromiso y promueva una imagen internacional positiva. Después de eso, vendrán los beneficios que ahora no se advierten.