Suelo - Planta - Agua

Sin esto no hay nada. Solo que los agricultores debemos tener presente el manejo y administración; que al fin y al cabo es una empresa que en todo momento la agricultura, o producción de comerciales vegetales sea rentable.

El primer conocimiento es el del suelo que ha de explotarse y, aunque el vocablo solo lo forman cinco letras la verdad es que es de lo más complejo. La planta una entidad viviente con múltiples facetas  a partir de familias y géneros, con cualidades de reproducción y propagación requiere del suelo y de una climática adecuada para su desarrollo completo. El agua indispensable en todo organismo viviente debe estar presente para llenar las necesidades de un vegetal en cuestión; su calidad de temperatura representa un factor de grande importancia. El equilibrio pues, de estos tres “elementos”, es responsabilidad del agricultor bien sea, que su trabajo lo desarrolle en las familias leñosas o bien, en las familias herbáceas.


FACTORES

Infinidad de organismos vivientes animales habitan la tierra agrícola; las múltiples colonias se van modificando en su estructura comunitaria de acuerdo a las condiciones de calor aire y humedad del suelo, así como de la “aceptación” del vegetal para establecerse. Infinidad de microorganismos que pueblan el suelo trabajado aportan su beneficio a la vida del mismo suelo como para que el vegetal pueda así mismo desarrollarse plenamente a partir de un sistema radicular. Decimos que son infinidad de colonias de microorganismos y, solo para abrir boca el agricultor ha se saber que en un solo gramo de tierra se pueden encontrar hasta quince o veinte millones de microorganismos y ponemos como ejemplo, a los ficomicetos hongos habitantes de siempre de todo tipo de suelo incluyendo el plancton o sedimento de los pantanos y suelos turbosos.


MATERIA ORGÁNICA

En estas fechas en que se ha puesto de moda la palabra orgánico, es bueno recordar el costumbrismo de nuestros antiguos agricultores, quienes dependían de la materia orgánica para cultivar sus cosechas. También, actualmente esta de moda el término composta que, con dos siglos de manejo y mención y con aplicación en las pequeñas granjas alemanas, ahora lo utilizamos hasta con cierta irresponsabilidad desde el punto de vista técnico. Desde luego regresar en origen al uso de materia orgánica es alentador y, si además consideramos la presencia de elementos minerales de que se nutre el suelo, estaremos aprovechando una doble ventaja y, en este contexto “abrimos el fuego” en las presente colaboración.

La materia orgánica influye en las propiedades físicas y químicas de los suelos desproporcionadamente para las pequeñas cantidades presentes- hemos expuesto en estas mismas páginas dominicales que el contenido por metro cuadrado de materia orgánica en un suelo bajo cultivo debe ser en el mínimo de tres kilos y el máximo de siete por metro cuadrado-. Generalmente, se considera, por lo menos, que la capacidad de intercambio cateónico de los suelos y acaso más que potro factor cualquiera, es responsable de la estabilidad de los agregados del suelo. Además, provee de constituyentes energéticos y somáticos a los microorganismos cuyas actividades generales son una constante en el trato agronómico del suelo.


FUENTES DE MATERIA ORGÁNICA DEL SUELO

La fuente originaria pues, de la materia orgánica del suelo es el tejido vegetal. Bajo las condiciones naturales las partes aéreas y raíces de los árboles, arbustos, hierbas y otras partes naturales proveen anualmente de grandes cantidades de residuos orgánicos. Al descomponerse o degradarse estos tejidos modifican en el tiempo la reacción del suelo o pH; la estabilidad por la interacción de cationes de que hemos hablado más arriba, puede pues alterarse. Una buena porción de plantas son extraídas comúnmente de los suelos cultivados, esto sucede durante la cosecha, pero parte de sus tallos y hojas y todas las raíces son abandonados en el suelo. Como estos materiales –repetimos- son descompuestos, digeridos por los organismos del suelo de muchas clases, llegan a constituir una parte de los horizontes subyacentes, por infiltración o por incorporación física. En los muestreos de suelos tomamos muy en cuenta tales horizontes señalándolos como A, B y C cuya profundidad es de cero o ras del suelo hasta los ochenta centímetros; en este perfil u horizonte encontramos estratos con mayor o menos contenido de materia orgánica, y, es con el trabajo del  implemento: subsueladores, ganchos y araduras profundas que podemos traer el suelo profundo hacia la superficie. Un comentario retrospectivo que no queremos dejar de hacer esta en el hecho de que los agricultores dependientes de la materia orgánica “volteaban” su suelo aunque no muy profundamente y lo dejaban asolear; consiguiendo con ello que los elementos climáticos influyeran en la dinámica de los microorganismos, directos responsables una vez más lo decimos, de mantener la fertilidad de los suelos.

Los animales son considerados corrientemente como fuentes secundarias de materia orgánica. Al atacar los tejidos vegetales originarios, contribuyen al gasto de productos y dejan a sus propios cuerpos cuando sus ciclos vitales han sido consumidos. Algunas formas de vida animal, especialmente las lombrices ciempiés y hormigas, juegan también un importante papel en el movimiento de los residuos vegetales.


¿POR QUE SON IMPORTANTES LOS TEJIDOS VEGETALES?

En ellos se encuentran cantidades de compuestos y elementos minerales como resultado de los tratamientos de nutrición durante los ciclos de cultivo en las cosechas domesticadas; podemos considerar la presencia de ciertas cantidades y de ciertos compuestos o minerales en las hierbas espontáneas o malezas. Todo ello, en un estado residual interaccionan con la presencia de microorganismos, aire y humedad del suelo.

Dicho lo anterior hemos de mencionar que alrededor del 75%, o aún más, del tejido verde de las plantas superiores es agua. La materia seca esta formada de carbono, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno y elementos minerales. A pesar de que el 90% de materia seca es carbono, oxígeno e hidrógeno, los otros elementos juegan un papel vital en la nutrición de las plantas. El nitrógeno, azúfre, fósforo, potasio y calcio procedentes de orígenes orgánicos con particularmente importantes. En este punto queremos hacer una aclaración por demás de alta consideración, respecto de los criterios que escuchamos condenando los elementos arriba mencionados y sin embargo, queremos soslayar el desconocimiento que sin duda alguna puede tener el usuario o interesado. Una gran producción de nitrógeno del suelo resulta originalmente como constituyente del tejido de las plantas y animales.
Los compuestos existentes en los tejidos vegetales son muchos y variados. Para efectos de una comprensión de una exposición sencilla, exponemos que la composición general de un prudente término medio, y en tejidos de plantas secas, lo estimamos como sigue: hidratos de carbono en donde incluye azúcares y almidones con 1 a 5%; hemicelulosas con 10 al 28%; celulosa con 20 a 50%. Grasas, ceras, taninos, etcétera con 1 al 8%; Ligninas con 10 al 30% (este compuesto es difícil de degradar). Otros: sencillas, solubles en agua, proteínas y proteínas típicas con 1 al 15%.


MENCIÓN A GRANDES RASGOS

Bosquejamos una muestra general de manera somera de los cambios que los compuestos orgánicos de los tejidos vegetales sufren en el suelo.

Compuestos característicos de los tejidos vegetales frescos: de difícil descomposición lignina, aceites, grasas, resinas etcétera. Se descomponen fácilmente celulosa, almidones, azúcares, proteínas, etcétera.

Complejos intermedios como producto de desintegración; resistentes: resinas, ceras, aceites y grasas, lignina etcétera. Productos de descomposición: aminoácidos, amidas, alcoholes, aldehídos, etcétera.

Productos de procesos de descomposición del suelo. Complejos resistentes: Humus (complejo coloidal) en el cual el lignoproteinato (saludo respetuoso a los químicos) se considera especialmente importante. Restos simples. Anhídrido carbónico y agua, nitratos, sulfatos, fosfatos, compuestos de calcio, etcétera.

Las ligninas están en los tejidos más viejos de las plantas, como troncos y otros tejidos leñosos. Son compuestos complejos, algunos de los cuales pueden tener estructuras anilladas. Los mayores componentes de las ligninas son el carbono, hidrógeno y oxígeno; repetimos son muy resistentes a la descomposición.

Cuando hacemos un cultivo no solamente debemos ver su anatomía estructurada; esta inclusive se rige matemáticamente a partir de la vertical de un tallo y la colocación de sus hojas, lo que manejamos como filotaxia. Otra medición matemática del vegetal es la ortástica, la cual nos guía hacia el diagnóstico del desarrollo normal del organismo vegetal. Acorde al título de la presente colaboración esperamos la venia de los mandos editoriales para continuar con el serial.