| Su majestad, el automóvil Por: EL INFORMADOR 5 de noviembre de 2010 - 23:00 hs No cabe duda que desde que Henry Ford, a principios del siglo 20, marcó las pautas y el rumbo para impulsar la industria automotriz , ésta por sí misma ha causado una gran revolución en los medios de transporte, en la vida cotidiana de tal manera que en los tiempos actuales, se ha convertido no sólo en una verdadera plaga, sino su uso irrestricto y la magnitud de la producción mundial de automóviles, además de la problemática económica que ha generado, está causando serios daños al medio ambiente, así como la generación de grandes y casi irresolubles problemas de carácter urbano. EN EFECTO, además de todo lo anteriormente mencionado, el poseer un auto es sinónimo de ser gente de posibles por el efecto sociológico de la mostración, pero ahora las familias ya no se conforman con poseer sólo un vehículo sino cada uno de sus atractivas integrantes tienen al suyo, de tal manera que al menos en la Ciudad de México, donde hay en circulación más de cinco millones de automóviles, no solamente saturan las grandes vialidades que exprofeso se ha construido, sino que solamente viaja en la mayoría de las veces, el conductor. OTRO problema que al menos subsiste en la actualidad en la capital del país, es el del estacionamiento, que no obstante que se ha tratado de reglamentar, los reglamentos son pasados por alto, y cada quien se estaciona en donde encuentra un sitio más o menos apropiado para hacerlo. FORD, al provocar la popularización del uso del auto, con aquel famoso modelo T, nunca pensó en un serio problema porque además de todo eso, desplazado al peatón porque ya resulta difícil pasear por las calles tradicionales, ya que en las vías rápidas son pistas exclusivas para su majestad el automóvil. POR otra parte, no olvidamos que el actual sistema económico propicia el consumo a todo tranca, so pena de caer en situaciones de crisis y de un proceso de desaceleración del aparto productivo, por lo que las grandes empresas automovilísticas sobre todas las de Estados Unidos, cada año ponen a la venta un nuevo modelo. Entonces en sociedades como la estadounidense, un auto es solamente para durar un año, pero en países como el nuestro, se adquiere un auto nuevo, por aquellas gentes de recursos, y el anterior lo venden a un demandante de menos recursos, este a su vez, revende el que tenía en uso a otro comprador con medios, y así continúa la cadena, por lo que al fin de cuentas suman muchos miles de coches más en circulación, en donde, es obvio, predominan las "carcachas", y surgen en consecuencia, los problemas de tránsito o estos se agudizan cada vez más. ADEMÁS de todo esto, hay otra industria muy próspera, aunque ésta la podíamos catalogar como símbolo de "industria a domicilio". Consiste, digamos de manera muy somera, en que alumnos emprendedores se dedican a rescatar de algún modo ingenioso, los muchos de ellos totalmente inservibles, pero el ingenio de estos emprendedores los llevan a reconstruirlos de tal modo que los vuelvan a poner en condiciones de circulación. Por supuesto que abundan los emprendedores, que obtienen del negocio pingüe ganancias que a la vuelta de poco tiempo, se convierten en millonarios. Esta industria, seguramente fuera del control oficial, es una amenaza para el comprador en ciernes, simple y sencillamente porque aquel vehículo ahogado y reparado ya no ofrece de ninguna manera la seguridad es que se requieren. Así, en el Distrito Federal, hay cantidad de este tipo de talleres, al más debidamente floreciente. Hay que agregar que también estos talleres en donde se reparan camiones, tráileres y autobuses de pasajeros, y que debido a la habilidad de los mecánicos los dejan como nuevos. EL USO irrestricto del automóvil, hay que reconocerlo, ha ocasionado otros problemas, sobre todo desplazar de las vías públicas al peatón. Pero además el empleo excesivo del carburante sigue ocasionando daños irreparables al medio ambiente, y las medidas del "hoy no circula" no han arrojado resultados realmente positivos o alentadores. Sin embargo, hay que reconocer que podría haber una solución en el mediano plazo, si se generaliza el uso de otro tipo de combustible que fuera no contaminante y que se hiciese realidad aquella vieja propuesta de que para aprovechar el cupo, se rolara el llevar al o a los vecinos a su lugar de trabajo para que ya no viajara solamente el conductor. PERO, hay que aceptarlo, el medio de transporte que ha salvado a la gigantesca Ciudad de México, es el Sistema Colectivo de Transporte (SCT), llamado coloquialmente por el pueblo "metro", de lo contrario circular por las calles de la gran capital sería algo más que imposible. Pero éste sistema de transporte, hasta la fecha insuperable en lo que se refiere al transporte urbano, no está debidamente integrado, pese a que se han establecido otros medios semejantes, como el ferrocarril urbano, o los llamados metrobuses, y ni aun así, se satisface la demanda. Por ejemplo, la línea dos del Metro, que corre del sur al poniente de la Ciudad de México, que es una de las más largas y que cuenta con un equipo de vagones nuevo, transporta, ella sola, la friolera o modesta cantidad de X millones de pasajeros al día. O para ser más precisos, la población total de Guadalajara que es, como se sabe la segunda ciudad más importante de la República Mexicana. Temas Manuel López de la Parra Lee También Sociales: Hard Rock Cafe Guadalajara abre sus puertas en un nuevo espacio Portada: Camía Sahagún, momentos para recordar Exclusivo lanzamiento de Neruda, el nuevo desarrollo y socio de Punto Sao Paulo Sociales: Las Rosas de Oro 2024 Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones