Senado y Congreso, olla de grillos

Hace aproximadamente un año sucedió la agresión más grande que ha habido en el Congreso de la Unión, cuando perredistas tomaron la tribuna en medio de rasguños, gritos, jalones, insultos, majaderías, evidenciando el poco valor cívico que tienen.

Entonces fue el PRD, ahora PAN y PRI se están dando hasta con la cubeta, en víspera de elecciones de presidentes municipales y diputados.

Los partidos políticos demuestran claramente una vez más que lo que les importa es el éxito de su partido y no su patria; esos legisladores que elegimos para que nos representaran, lo que menos hacen es eso, porque en cuanto son electos olvidan inmediatamente al pueblo que los eligió, dedicándose furiosamente a luchar por su partido y por sí mismos. Esto es lo que vergonzosamente está sucediendo.

Diputados y senadores deberían estudiar un poco de civismo, esa materia olvidada que se estudiaba en primaria hace años, que se suspendió por largo tiempo y gracias a Dios, alguien dejó funcionar el lado izquierdo del cerebro, implementando nuevamente el curso de civismo a la niñez de México; yo creo que a los actuales legisladores les tocó el tiempo en que no había esa materia, lo que les impidió aprender.

Están entrampados con la Ley de Extinción de Dominio, iniciativa que Calderón envió hace más de seis meses; al pasar esta ley tienen que ser muy cuidadosos especificando todas las características para poder aplicar una extinción, si no lo hacen así se presta para muchos abusos y arbitrariedades.

Entre los temas que deberían darles la importancia que tienen, en lugar de pelear, está la reelección de diputados, senadores y presidentes municipales. Además deberían exigirles a los diputados un informe de su distrito y del cumplimiento de promesas hechas en campaña, pero como hemos comentado antes, “no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre”, los mexicanos tenemos la obligación de conocer quién es el diputado de tu distrito, cómo es, a qué se comprometió, tener contacto con él y exigirle, asimismo con el senador correspondiente.

La reelección de presidentes municipales es ineludible, en tres años un alcalde no puede realizar lo que debiera en beneficio de su municipio, además realmente no son tres años, porque los últimos ocho meses se dedican a hacer política para congraciarse con el pueblo y beneficiar a su partido. Si hubiera reelección, con esa actitud jamás serían reelectos, pero si desarrollasen su trabajo adecuadamente serían reelectos. Esto no es idea nueva, en Chicago el “mayor” Daley duró 20 años como alcalde, Giuliani se reeligió varias veces, es un ejemplo del país donde mejor funciona la democracia.

Pero todo lo anterior no puede suceder si nosotros no tomamos interés y atención obligatoria de verdaderos ciudadanos que quieren a su país y luchan por su comunidad; la sociedad civil es la que tiene la palabra.

Ya hemos comparado el futbol con el ejercicio de la política, vean cómo la presión de la comunidad hizo que Sven-Göran Eriksson, que era técnico de la Selección Nacional, fuera despedido; eso porque todo el pueblo mexicano está inmerso en el futbol y no así en sus deberes cívicos.

JOSÉ MANUEL GÓMEZ VÁZQUEZ ALDANA / Arquitecto Urbanista.
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