Empiezo a escribir estas líneas el día 12 de octubre y me detengo para leer la esperanzadora noticia sobre el rescate de los mineros de Chile, que comenzó esta media noche (l2 oct.) y volverán a la luz con cuidados extraordinarios. Llevan más de dos meses en la oscuridad. En el fondo de esa mina que sufrió un desastre y ellos quedaron como prisioneros. Deseamos que su rescate a la vida sea un total éxito. Se hablará mucho de ello, de ellos, de sus familiares, de lo que es el peligroso oficio de minero. Que Dios los acompañe. Esto que estoy escribiendo hoy quizás será viejo mañana, pero la noticia del comienzo de tan vital rescate mueve mi pluma para expresar la emoción deseando que todo salga bien. El mundo entero está pendiente de este largo y humano trabajo de salvamento. Familiares y periodistas llegan al lugar, esperan. Algunos manifiestan estar cansados de aguardar tanto tiempo, pero esos desdichados 33 mineros llevan soportando una situación de cansancio que bien merece la larga espera de los que están aguardándolos Los socorristas que descenderán hasta los 33 mineros los revisarán y verán su estado de salud.Van a ir esos 33 hombres de la sombra a la luz. ¡Qué impresión! como si empezara el mundo para ellos, pero por si el tremendo cambio resultara dañino primeramente llevarán los ojos protegidos. Volver a la vida paulatinamente. ¿Cómo imaginar esos días soportados por estos 33 hombres en esa profundidad, tantos días sin luz verdadera? ni en la novela más fantasiosa se ha presentado un argumento igual ni siquiera parecido. No cabe duda de que aparecerán libros contando esta asombrosa odisea, y películas y series de televisión. Nos enteraremos de todos los detalles desde el principio hasta el final feliz.+ + + +Y con estas meditaciones llegamos al día 13 de octubre. ¿Ya han empezado a salir los mineros aprisionados en el interior de la tierra? El mundo entero está pendiente de la televisora viendo, como si se hallara allí, la llegada a la vida de esos 33 héroes. Chile se ha apuntado un triunfo mundial. No creo que en ningún punto del planeta no se mencione este hecho con alegría suma. Las familias vuelven a encontrar a su hombre perdido, vive, lleva ilusiones y la esperanza de seguir y seguir. No hay palabras para expresar la emoción de la humanidad ante este hecho. Los aparatos empleados para subir a la vida a los mineros merecen un museo, Chile, el gran aplauso del mundo y los 33 mineros, la admiración y el cariño de todos. ¡Que continúe la suerte! Toluca, Octubre 2010.