Remesas, a la baja

Muchas personas, particularmente en poblaciones pequeñas y zonas rurales, deben estar pasando apuros económicos porque, además de la recesión que afecta al país, se han reducido la frecuencia y los montos de los envíos que los migrantes radicados en Estados Unidos hacen llegar a sus parientes. Esto implica afectaciones para el comercio, los servicios y hasta las arcas municipales.

Por muchos años, los mexicanos en el exterior han completado el ingreso de muchas familias, y hasta han sido la única fuente de inversión para muchos que no son sujetos de crédito del sistema financiero nacional. Con su dinero se compran terrenos, se construyen o expanden viviendas o se financian cultivos y granjas.

Desde 1999 el monto de remesas creció en promedio más de 20% por año, hasta 2006, cuando llegó al tope de los 26 mil millones de dólares, rebasando las divisas que el país obtiene por el turismo. En 2007 este flujo apenas creció 2%, para decaer 3.6% en 2008.

Lo anterior hace evidente la complicación actual que vive la economía de muchas familias. La caída en las remesas en mayo pasado casi alcanzó 20% con respecto a lo que se recibía hace un año.

De acuerdo con las cifras del Banco de México, si en mayo de 2008 Jalisco —cuarto lugar nacional como destino de remesas— recibió en promedio 162 millones de dólares por mes, ahora se reciben 130 millones de dólares cada 30 días. Este recorte frena inversiones, ahorros y consumo, generando incluso fuertes repercusiones en las distribuidoras de productos populares en Guadalajara.

El Grupo Financiero Ixe asegura que esta reducción obedece a la contracción de la actividad económica en Estados Unidos, que se levantará cuando el país vecino se recupere de la crisis, lo que se espera que ocurra a fines de este año.

Quienes habitamos México, al tiempo que nos toca apreciar el esfuerzo y la valentía de los paisanos por contribuir con su Patria con los beneficios de su labor, estamos convocados a que progresivamente transformemos la migración de mano de obra no calificada por productos con alto valor agregado y, ¿porqué no?, por profesionales capacitados para trabajar en otros rincones del planeta.