Precauciones

Los problemas de salud en el Estado de Jalisco persisten, sobre todo en lo que se refiere a dengue e influenza humana. La llegada a la Secretaría de Salud del doctor Alfonso Petersen Farah ha sido notoria, y si bien las acciones preventivas y correctivas se han reforzado, en esta materia no se puede ni se debe bajar la guardia.

Tampoco sirve afirmar que la incidencia de ambas enfermedades está bajo control, o que se está en vías de lograrlo e incluso hablar de plazos, porque eso podría llevar a la relajación de las medidas preventivas.

En el caso del dengue, el número de enfermos va en aumento y lo peor es que no se sabe a ciencia cierta la magnitud: hay personas que se atienden en la medicina privada y no siempre se reportan.

El ambiente propicio para la propagación del mosquito portador y transmisor del dengue se mantiene, y en función de ello las tareas de nebulización y de descacharrización emprendidas e impulsadas por las autoridades de salud deben intensificarse con urgencia; en cuanto a los jaliscienses, haya notificación o no de brote en sus colonias de residencia, es preciso que sigan puntualmente las recomendaciones.

Y por lo que hace a la influenza humana, si bien el escenario no se compara ni cercanamente a la emergencia sanitaria en los primeros meses de este año, es urgente también que se retomen las precauciones dadas a conocer de manera constante, sobre todo ahora que se espera un incremento en la incidencia dado el próximo inicio de la temporada de influenza estacional.

Aunque es sabido por todos, no siempre se actúa en consecuencia y es frecuente que se reste importancia a los problemas de salud. En la medida en que la autoridad intensifique las acciones de prevención, cuidado y atención, y la sociedad cumpla con su parte, entonces sí se podría avizorar un mejor panorama en esta materia.

Lo que urge es atención y responsabilidad por parte de todos para incidir en una reducción considerable tanto del dengue como de la influenza humana y de la estacional.