Nacionalismo

El subjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, general James Cartwright, dijo ayer que las Fuerzas Armadas de México participarán en ejercicios militares con Estados Unidos, con el propósito de “robustecer las capacidades del Ejército Mexicano en la lucha contra los cárteles del narcotráfico”. El militar estadounidense aseguró incluso que las maniobras conjuntas se realizarán del 19 de abril actual al 7 de mayo próximo, en un lugar del Golfo de México conocido como Mayport, frente a las costas del Estado norteamericano de Florida. Allí estarán también marinos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay.

La declaración del general estadounidense caló hondo en el general mexicano Roberto Badillo —también es diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI)—, quien sostiene que México tiene una “situación muy diferente a cualquier otro país del mundo”, ante el Gobierno norteamericano. “Y debe tratar con mucho cuidado este tipo de asuntos”. Badillo se ha referido al contexto histórico: dos invasiones norteamericanas —la de 1847 y la de 1914— han dejado una huella profunda en los mexicanos, a pesar de los múltiples intentos de borrarla mediante cambios en el sistema educativo nacional.

El presidente de la comisión de Marina del Senado, Sebastián Calderón Centeno, rechazó que se haya autorizado ya la salida de la Armada de México a Florida, y reconoció que en años pasados no se siguió con lo que marca la Constitución.

Este tipo de maniobras conjuntas, se ha dicho en la Cámara de Diputados, conllevaría el riesgo de que los soldados mexicanos comiencen a ser conquistados, primero emocionalmente, para después pasar al debilitamiento de la filosofía por la Patria.

Este asunto será aireado el martes de la próxima semana, en el Senado de la República. Si los legisladores priistas son congruentes con la política exterior que ellos prohijaron y que tanto dio brillo al país en el siglo XX, sería de suponer que votarán en contra de la autorización. Hay quienes piensan que participar en ejercicios conjuntos militares con las Fuerzas Armadas estadounidenses beneficiaría al Ejército Mexicano, pero son más lo que rechazan esa posibilidad. El Senado tiene la palabra, y su decisión deberá ser basada en el respeto a la soberanía nacional y lo que dicta la Constitución.