México tiene prisa

Tiempo de hacer un balance

En toda actividad que el ser humano desarrolla en la vida, siempre tiene que disponer de un periodo de planeación, realización y evaluación, en donde creo que este fin de año es el más propicio para hacer una reflexión sobre el balance que tendríamos al final de ese ejercicio.
Y cuando digo cuál sería el balance, me refiero a cuántas y cuáles cosas realmente hicimos, cuáles de ellas realmente quisimos hacerlas de esa manera o haberlas hecho de otra forma, u otras que hubiéramos anhelado concretar, pero que lamentablemente no se lograron por falta de organización o voluntad, o porque definitivamente sucedieron circunstancias externas que nos lo impidieron.
Yo los invito con todo afecto y respeto a que pensemos a profundidad qué es lo que deseamos hacer este año 2010, en donde la única fórmula que yo advierto para lograr el éxito en la vida, se encuentra fundamentalmente en tres aspectos a considerar:
El primero, soñar con las miras altas, lo que significa desear y trabajar por proyectos superiores o aspiraciones grandes, que nos permitan lograr trascendencia y dejar huella en el servicio a nuestros semejantes, o como yo personalmente pienso, el que poco pide, poco merece.
El segundo, hay que trabajar muy duro para lograr los sueños y propósitos que uno se plantea en la vida, ya que no hay nadie que externamente pueda hacer la labor o la tarea por uno mismo, y menos cuando se trata de un ideal o de una meta con la que hemos soñado personalmente: la única fórmula de que tu sueño se haga realidad, es luchar fuertemente por ello.
Y tercero, estar en balance y tranquilidad espiritual con Dios y contigo mismo; si tú tienes los sueños altos y trabajas muy duro, pero estás intranquilo con tu conciencia, con tu espiritualidad, siempre tendrás algo que te hará falta para ser plenamente feliz y sentir que has desempeñado tus tareas como siempre lo habías querido.
Por último, yo los invito a que hagamos una reflexión en estas fechas que son muy propicias para ello: la única fórmula de tener felicidad es compartiendo con los nuestros y los semejantes, trabajando decididamente por los demás y por supuesto, vivir cercano a Dios.
Por lo tanto, en este balance de fin de año, los invito a que hagamos una reflexión sobre qué fue lo que hicimos o dejamos de hacer en 2009, y qué es lo que siempre hemos soñado y ahora nos proponemos lograr hacia este prometedor 2010, porque solamente con visión alta, trabajo duro y tranquilidad espiritual, lo mejor está por venir.
¡Muchas felicidades y éxito siempre en este 2010!

RAÚL ALEJANDRO PADILLA OROZCO / Consultor y empresario.
Correo electrónico: rapo@rapo.com.mx