Jaque a la familia

De acuerdo a un estudio de la Cámara de Diputados, en los poco más de 20 meses que lleva este sexenio, alrededor de un millón 300 mil mexicanos emigraron a Estados Unidos, rompiendo el récord de migración a ese país. Este estudio que se encargó al Grupo de Trabajo en Materia Migratoria del PRI, incrementará la presión a que está sujeto el Gobierno del Presidente Felipe Calderón, ya que sus resultados reflejan la falta de oportunidades dentro de México y ello trae consigo una serie de críticas que muchos aprovechan a su favor.

Independientemente de las connotaciones partidistas que puedan tener los argumentos que a raíz de los resultados del “Análisis en Materia Migratoria en el Segundo Año de Gobierno de Calderón” se saquen a relucir, ya los diputados han calificado a este año como catastrófico en materia migratoria, no porque esté bajando el monto de remesas, sino por haber superado el número de cruces a los anteriores, a pesar de las medidas antiinmigrantes que han adoptado las autoridades norteamericanas.

A raíz de éstas, se ha vuelto más riesgoso el cruce de la frontera. Así lo refleja el hecho de que entre 2007 y 2008, ya conocidos como los años más negros en materia migratoria, han muerto en el intento por cruzar la frontera 1.7 mexicanos por día, nivel superior al de años anteriores.

Para darse una idea del perfil de los mexicanos que están saliendo del país en busca del sueño americano, basta saber que del millón 300 mil que han partido durante el sexenio, 75% son jóvenes entre 14 y 35 años, de los cuales 52% tiene un grado de educación media, media superior o profesional. Esto indica que los esfuerzos que en materia de educación lleva a cabo el Gobierno, no son suficientemente altos para conseguir valor localmente, pero aún así acaban por volverse productivos en otras tierras.

Para revertir esta situación, que más allá de lo demográfico y económico se ha vuelto social y cultural, ya no basta con facilitar y promover nuevas inversiones en el país; se requiere también una política de empleo y arraigo  para los mexicanos, que en buena medida esperan la mayoría de edad para seguir los pasos de familiares y amigos que los han precedido en la aventura y a quienes han visto progresar a raíz de ella.

El hecho es muy crudo, en el panorama nacional se refleja ausencia de oportunidades de empleo tanto para jóvenes como para adultos, que acaban por poner a las órdenes de extranjeros, sus capacidades y voluntad de hacer lo necesario para conseguir sustento y progreso.

Tristemente, no parece haber nada que en México se esté haciendo por revertir esta tendencia. Si hoy uno de cada nueve mexicanos ya vive en los Estados Unidos, habrá que preguntarse hasta cuándo seremos capaces de hacer algo para evitar mutilar lo más valioso que se puede tener: la red de protección que tradicionalmente ha sido la familia mexicana.