Inversiones ante la crisis

Algo extraño, en la inauguración de la 72a. Convención Bancaria, el jueves 19, el Presidente Felipe Calderón dedicó la mayor parte de su discurso inaugural a la inseguridad, convencido de que este problema se entrevera con el impacto de la crisis financiera internacional.

“Percibo básicamente tres tipos de preocupaciones medulares sobre México, sobre su economía y el momento que vivimos”, dijo Calderón: la seguridad y el Estado de derecho es el tema que preocupa más a los ciudadanos. Las otras dos son la crisis económica internacional y el impacto de este fenómeno sobre las finanzas públicas y las inversiones que requiere el país.

El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, coincidió con el Mandatario: “A últimas fechas el tema de seguridad, que ha sido prominente en cuanto a la imagen de México en el mundo, evidentemente ha tenido repercusiones en el comportamiento de los inversionistas”.

Entender estos tres factores: seguridad, economía y población, resulta fundamental para enfrentar los graves problemas que aquejan al país, si queremos convertirlo en un mejor lugar para vivir y desarrollarse.

En este contexto, restringir el crédito, o administrarlo bajo criterios foráneos, ya que la mayor parte de la Banca nacional tiene su casa matriz fuera de México, es poner en riesgo la estabilidad del país, pues implica la probabilidad de que haya mayor cierre de empresas y empleos, e incremento en la criminalidad, desde la organizada hasta la común para subsistir. Esto sería una afrenta para los mexicanos.

Alertar a la Banca de estos grandes y verdaderos peligros es llevarla a entender que hoy no son tiempos de grandes utilidades. Son tiempos en los que debe servir al interés general, que es ayudar a que el país camine con financiamiento oportuno y suficiente.

No le sirve a México que las instituciones financieras estén llenas de dinero, mientras el país enfrenta la mayor crisis económica internacional en 80 años. Algunos inversionistas realmente colaboran, pero otros no han querido ver esta amenaza. Por eso no es extraño que Felipe Calderón y Guillermo Ortiz coincidieran en alertar a la comunidad financiera.