Jueves, 28 de Noviembre 2024

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Por: EL INFORMADOR

Pérdida de control Hay malas noticias para México.

El Presidente Felipe Calderón está enojado y está siendo rebasado por su mal carácter. Está mostrando muy poca tolerancia a la frustración y reacciona de manera violenta con todos aquellos que no piensan como él y que no le dan respaldo incondicional. Tres episodios en las tres últimas semanas dibujan de cuerpo entero a un Presidente explosivo que está tensionando el tejido político nacional: quiso regañar al ex presidente Vicente Fox, peleó con su secretario de Gobernación, y se enfrentó con el sector privado, que genera más de ocho de cada 10 pesos de la riqueza nacional.

El incidente con Fox se dio a mediados de la semana pasada, después de que el ex presidente contradijo públicamente las políticas por Calderón en la lucha contra las drogas. Fox abogó en Madrid, donde acudió a un encuentro anual con ex presidentes y líderes mundiales, por que se legalizaran las drogas en México, como una forma de atacar el fenómeno, y pidió que el Ejército regresara a sus cuarteles y dejara de ser la primera línea de fuego contra los cárteles de narcotráfico. Fox no se ha distinguido por su prudencia política, es cierto.

Pero Calderón reaccionó duramente y despachó a San Francisco del Rincón, Guanajuato, al secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont para pedirle que se callara la boca y que no hiciera ese tipo de declaraciones. Fox respondió, de acuerdo con personas que conocen de ese intercambio: “Está bien, haré como Mauricio (Fernández, el polémico presidente municipal de San Pedro Garza García), me portaré bien”. Fue una ironía que no resuelve ni garantiza nada, pero abrió un nuevo enfrentamiento. El segundo episodio sucedió dos semanas antes, y el protagonista fue el mismo Gómez Mont. En una audiencia a puertas cerradas Calderón manoteó sobre la mesa al secretario de Gobernación porque su afirmación que ya había negociado con Manlio Fabio Beltrones el apoyo del PRI al aumento del IVA en el Senado, no resultó falsa. Pero Calderón encontró una respuesta que no había habido con otros miembros del gabinete.

Gómez Mont, dijeron políticos que tuvieron detalles de ese episodio, le dijo al Presidente que no le permitía que le hablara en ese tono —Calderón se ha distinguido dentro del gabinete por maltratar con malas palabras a sus colaboradores—, y presentó su renuncia. Como viejos amigos y aliados, arreglaron el diferendo y Gómez Mont regresó al trabajo. El tercer episodio, cuyos detalles generales han trascendido al público, tiene que ver con los empresarios. No es únicamente que esté molesto con ellos por no haber respaldado el incremento de impuestos. Tiene que ver con una postura cada vez más beligerante de los empresarios, que responde a que el Presidente se ha comprometido con ellos en una decisión, y sin avisarles, la modifica. Durante un reciente encuentro con hombres de negocios en Monterrey, el organizador, Miguel Alemán, un hombre prudente, le insistió a Calderón al terminar su discurso: como dijeron aquí los empresarios, usted cambia las reglas del juego en el camino. Eso, de lo que se habían quejado insistentemente los empresarios en el foro, no se vale.

Raymundo Riva Palacio / Periodista Correo electrónico: rrivapalacio@ejecentral.com.mx

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