La noticia sobresaliente en lo que se refiere a los sucesos internacionales, está siendo escenificada por la presencia en Washington del flamante nuevo jefe de gobierno inglés, el laborista David Cameron, que se reunió con el presidente Obama para tratar en vivo y en directo, y además en corto, el grave problema causado por el derrame de crudo ocasionado por el hundimiento de la plataforma "Deepwater Horizon" propiedad de la trasnacional británica BP, y que desde hace tres meses, el pozo petrolero fuera de control, está causando una contaminación tal que afectará por mucho tiempo gran parte del Golfo de México, pozo que hasta la fecha no se ha podido controlar debidamente. Pero lo curioso de esta reunión, en el fondo y en la realidad pone de relieve el poderío político que aun ostenta el gobierno de Washington, pues la venida a menos rubia y pérdida Albión, tiene que enviar a su jefe de gobierno de los Estados Unidos, para dar cuenta sus actos y de sus propósitos y todo porque si recordamos el pasado histórico, la una es madre de los ahora todonderosos Estados Unidos, y que a los ojos de los observadores, consideran éste acto como una muestra de plena democracia, pero también es un acto protocolario y reverencia para limar ciertas esperanzas motivadas por el incidente a causado por la cita de empresa trasnacional. Sin embargo, con la realización de esta entrevista o visita oficial del primer ministro inglés, la verdad a secas estriba en que el jefe de gobierno inglés, al comportarse como defensor y agente de relaciones públicas de la BP ilustra nítidamente el poderío de los grandes consorcios trasnacionales que han llegado a tener sobre todos los gobiernos en el mundo actual, y los daños que estas empresas causan o están causando al entorno ambiental, a los recursos marítimos y por tanta en la vida humana son aspectos que no se toman en cuenta. Y esto y su clásica flema británica, arguyó, sin cortapisas ante el propio Obama, que lo escuchó con satisfacción y con una cierta sonrisa que denota que los EU tienen las sartén por el mango, que la BP es una empresa muy importante para las economías estadounidenses y británicas, y que miles de trabajos dependen de ella en ambos lados del Atlántico, y las palabras textuales de Mr. Cameron, despejan todo duda al respecto, el elemento humano, la misma subvivencia humana en general y del propio planeta tierra, no cuentan. Lo anterior, es obvio, es preocupante para el caso de México y los países latinoamericanos que a la chita callando estamos sometidos a los designios y a los intereses de esas grandes potencias, como sucede con los Estados Unidos, extraño caso de un país paradójicamente, y lo estamos viviendo cómo todo un político inglés y además jefe de gobierno de la Gran Bretaña tiene que ir a Washington a dar cuenta de los propósitos de su política en general en su sonrisa llena de satisfacción. ¿Quién iba a pensar que la bandera de las barras y estrellas iba a sobreponerse a la bandera de la unión jack...?