Domingo, 19 de Enero 2025

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Por: EL INFORMADOR

Desde hace décadas, diversas voces han manifestado la necesidad urgente de que el campo mexicano se modernice, tanto en el sector agrícola como en el pecuario. Las opiniones en ese sentido se multiplicaron e intensificaron a raíz de la firma, especialmente el capítulo correspondiente, del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.

Muy poco se ha avanzado en la materia, pese al potencial productor de nuestro país, y la realidad quedó de manifiesto con la crisis de maíz del año pasado, además de las precarias condiciones que persisten en el sector rural y sobre las que las estadísticas son abundantes.

Sin embargo, hay ejemplos de productores que han roto con atavismos históricos y patrones que, en general, han mantenido al campo mexicano en el subdesarrollo. Ahora son casos de éxito que no se explicarían sólo por la obtención de apoyos gubernamentales, sino, indiscutiblemente, por la capacidad de iniciativa y el espíritu emprendedor.

La cooperativa de productores lecheros de Acatic, Jalisco, Prolea, es un caso reciente que bien podría servir para que otros siguieran sus pasos y pasaran de ser únicamente productores de leche a comercializadores de derivados como quesos y yogurt.

La cooperativa de Acatic opera desde 1991 y está por iniciar una etapa en la que se plantea como meta industrializar seis mil litros de leche al día (10% de la producción cotidiana de los socios de Prolea).
A estas alturas disponen de recursos y son beneficiarios de programas gubernamentales, pero fue y es necesario insistir. Suena ideal, y si bien los miembros de Prolea no están exentos de problemas, es clara la determinación por evolucionar en su actividad.

No es el único caso, pero sí se inscribe dentro de las excepciones en Jalisco y a nivel nacional, cuando debería ser al revés.

Sí, ha faltado interés desde el Gobierno federal y de los estatales para impulsar las actividades agrícolas y pecuarias, pero, del otro lado, muchos productores se han cruzado de brazos a la espera casi de un milagro.
El ejemplo no sólo es para otros productores, el esquema podría funcionar —y funciona— en otras áreas.

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