¿De millonarios a filántropos?

LA reciente noticia dada por todos los medios modernos de comunicación en el sentido de que a petición de Bill Gates y Warren Buffet, los multimillonarios en dólares, donen parte de su fortuna, pocas veces bien habida, para mitigar un tanto las miserias, la pobreza y otros muchos grandes problemas sociales que desde siempre han flagelado a la humanidad, está causando revuelo a nivel mundial, pero sin embargo, llama la atención de la opinión publica respecto a qué se debe esa, al parecer desinteresada, medida altruística de los grandes dueños del dinero, y por tanto los verdaderos líderes de los destinos inmediatos de una sociedad doliente y ayuna de muchas menesteres.

SON esas minorías las que deciden en aspectos prioritarios o fundamentales el sesgo de las políticas públicas que es menester lle¬var a cabo, y por tanto, la noticia en cuestión está causando un impa¬sse, un especie de compás de espera, ante lo inusitado de manera tan amplia el llamado pledge to give –compromiso de dar-, que con bombos y platillos anuncian este grupúsculo de salvadores de la humanidad, pero en el fondo, lo único que están llevando a cabo es devolver, mediante una filantropía muy a la moderna, un acto de justicia social al pueblo, a los explotados, lo que obtuvieron merced a muchos medios oscuros y tene¬brosos .

DESDE otro punto de vista, estas dadivas ofrecidas por los dueños del dinero, no es algo especialmente novedoso. Ya a lo largo del siglo XX, varios millonarios famosos como John D. Rockefeller, por ejemplo, costeó el establecimiento de la Universidad de Chicago, pero con un fin premeditado, o sea, que ahí se llevarían a cabo, en especial, investigaciones en el ámbito de la ciencia económica, lo suficientemente adecuadas para que el sistema económico vigente continuara funcionando en pro de la libre empresa. Otro millonario muy famoso, Henry Ford, a su vez financió instituciones filantrópicas similares, y así, de la misma manera, otros muchos millonarios estadounidenses llevaron a cabo obras de beneficencia para las clases sociales depauperadas.

LO que causa cierta incertidumbre es esta decisión, porque si esos recursos que se cuantifican en dólares, podrían mitigar algo de la pobreza de muchos pueblos, con la salvedad de que no es precisamente una obra de caridad, como señalan algunos medios de comunicación, sino por estos medios que dan notoriedad a la dizque buena voluntad de esos multimillonarios, se están ejerciendo, a su manera con lo que ellos llaman “el compromiso de dar” (The giving pledge), aquella política ahora fue¬ra de contexto, que se llama "justicia social", o sea, el acto de lle¬var cabo una distribución más equilibrada de la riqueza.

A TODO ESTO, cabría agregar que según la revista Forbes, los Estados Unidos es el país que más multimillonarios concentra, con una fortuna conjunta que rebasa los 1.35 billones de dólares. Si todos esos multimillonarios participaran en esta campaña pro pobreza mundial, se tendría un fondo de unos 675 mil millones de dólares, bien manejados mucho se podría lograr. Llama la atención la forma en que se ha concentrado esa riqueza en tan solo 403 individuos, y si sumáramos, por decir algo, otros 400 individuos que correspondería a ricos de otros países, sumaria un total de 803 grandes ricos que detentan el grueso de la riqueza creada por la colectividad mundial, misma que se contrapone a 6 mil millones y pico de habitantes que actualmente habitan el planeta Tierra.

CREAR riqueza de manera colectiva es la tónica del actual sistema, pero la cuestión estriba en que esa riqueza así creada solamente se puede distribuir o adquirir de manera individual. Y es ahí en donde se genera la marginación social.

ADEMAS, en estos tiempos, toda esa gran discriminación socioeconómica, está generando un sector paralelo a la economía, y que por muchos motivos es más rentable que el relativo a actividad económica tradicional.

EN CONSECUENCIA, el proyecto de este pool de multimillonarios, convertidos en sinceros filántropos está promoviendo un esquema nuevo de la sociedad económica internacional.