Crisis alimentaria

La carestía de los alimentos es causa de polémicas continentales. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha considerado estos días que la crisis alimentaria mundial durará unos 10 años. Ayer, el secretario de Economía, Eduardo Sojo, en nombre del Gobierno de Felipe Calderón, señaló que la carestía en México no irá más allá de los tres años.

La escasez de los alimentos es el efecto de decisiones políticas y económicas de apenas un puñado de países. Y de empresas multinacionales. Marcadamente son tres causas:

a) China e India, los países más poblados del mundo, han comenzado a consumir más alimentos, como consecuencia del desarrollo de sus economías.

b) Granos como el maíz tienen, a partir de decisiones políticas de gobiernos como el de Estados Unidos, un destino compartido: si era un grano de consumo básico, ahora también tiene la finalidad de producir combustible (el etanol). El vecino del Norte destina más de la mitad de su producción de maíz a la fabricación de etanol, para que éste le alivie el vacío que productores de petróleo como Iraq y Venezuela han comenzado a hacerle en torno de su economía, la más grande del mundo.

c) El petróleo enfrenta escasez, pero también guerras y cambio climático. Ha comenzado a subir su precio vertiginosamente (ayer rebasó los 133 dólares por barril), y es motivo de serios problemas en países como México.

La FAO celebrará una cumbre en Roma entre el 3 y el 5 de junio para discutir las dificultades causadas por los precios récord de los productos básicos, que han doblado los gastos de importación de alimentos de los países más pobres en los últimos dos años.

Tras varias protestas y disturbios relacionados con la crisis de alimentos en algunos países en vías de desarrollo, la cumbre discutirá el impacto que suponen en las reservas de alimentos el cambio climático y el uso de biocombustibles, que han desviado millones de toneladas de granos en la fabricación de combustible.

La crisis alimentaria está creciendo como una bola de nieve, y ante ello los gobiernos deben actuar con responsabilidad y a tiempo; el Presidente Felipe Calderón anunció el domingo una serie de medidas tendientes a paliar los efectos por el encarecimiento de los productos básicos, y ayer las dio a conocer a todo el país. Las reacciones no se hicieron esperar, y las hubo de apoyo, pero también de crítica y rechazo de quienes siempre están en desacuerdo con lo que hace el Gobierno federal. Lo cierto es que el Mandatario ha reaccionado a tiempo ante el problema que ya está presente, y habrá que esperar la forma en que sus decisiones vayan dando resultados, y sobre la marcha se verá si hay que enmendar o no.