Crecimiento y verdad

Aunque ya prometió que en unos días más revisará su predicción, la Secretaría de Hacienda ha dicho que para 2009 la economía nacional va a crecer en 1.8%. Otra voz oficial, la del Banco de México, tiene semanas diciendo que no, que cuando mucho será 0.5 por ciento.

Los analistas de las instituciones financieras en el país se han colocado en sus predicciones más cerca del banco central que de la dependencia a cargo de Agustín Carstens. Pero ayer los economistas integrados en el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas han divulgado una visión más pesimista. Dicen que la capacidad productiva del país se podría ampliar en 0.5%, pero también que puede decrecer hasta en uno por ciento.

¿A quién creerle cuando parece que todas estas voces juegan una especie de rayuela? A todos, pues cada uno tiene su parte de razón. Al Gobierno federal le conviene que la economía nacional crezca lo más que se pueda. Después de todo, Felipe Calderón se ha autoproclamado “Presidente del Empleo”, y pocos mexicanos han olvidado esa declaración. Y para poder cumplir el “pastel” a repartir entre los mexicanos, el Producto Interno Bruto (PIB), tiene que ser más grande. En cambio, a los analistas lo que les conviene es acertar en su predicción, pues su capacidad de interpretación les será mejor reconocida, aunque al país le vaya peor.

¿Y en este tema qué conviene a los mexicanos? La verdad sobre el país, pues no hay nación que progrese sin certezas. Se necesita que los empresarios crean que sus inversiones están protegidas, que enfrentarán cada vez menos burocracia y corrupción y que encontrarán materia prima a mejores precios. Se requiere que los trabajadores cuenten con un Seguro Social eficiente, que estén bien capacitados, que sean productivos y obtengan beneficios del incremento de productividad. Se necesita que los servidores públicos se crean eso, servidores del resto de la sociedad y no dueños de los impuestos que todos pagamos, y trabajen para beneficio de la población, y no sólo de ellos.

Todas estas certezas harán que México sea más seguro, productivo y competitivo. Y esto es lo que dará mayor crecimiento económico y, en consecuencia, mayor bienestar social.