Costoso, pero necesario

El Presidente Felipe Calderón decretó la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, al considerar que la empresa presenta una comprobada ineficiencia operativa y financiera, con un pasivo laboral de 240 mil millones de pesos y costos de operación que casi son el doble de sus ingresos por ventas, además de representar una pesada carga para el erario, al recibir transferencias presupuestarias cuantiosas que lejos de disminuir, se han incrementado en los últimos años. Además, porque los resultados reportados son notablemente inferiores respecto de empresas u organismos que prestan el mismo servicio a nivel internacional. Y todo ello, en momentos en que existe un grave deterioro en las finanzas públicas, debido a la crisis global.

Con los argumentos anteriores, el Mandatario justificó una decisión que de inmediato recibió la aprobación de muchos sectores y, desde luego, el rechazo de otros. Una decisión valiente sobre un asunto que tuvo sus orígenes en la administración de Miguel de la Madrid, cuyo sucesor, Carlos Salinas, no se atrevió a consumar y se mantuvo guardada durante los gobiernos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox.

La liquidación de Luz y Fuerza del Centro debe entenderse como un paso importante hacia el cambio que pretende el Gobierno de Calderón; se trata, también, de un primer golpe hacia aquellos sindicatos, o más bien sus líderes, que lejos de cumplir con su misión de proteger los intereses de los trabajadores, usan su poder para beneficiar sus intereses particulares.

El Gobierno ha dado un importante paso, pero lo verdaderamente trascendente es si en el futuro continúa con su vocación de cambio, tomando acciones similares respecto a otras empresas y sindicatos en condiciones similares al caso que ahora ocupa la atención del país. De ser así, y hacerlo a fondo, con justicia y de manera inteligente, sin doblegarse ante quienes escudándose en la defensa de los trabajadores ostentan el poder, este Gobierno se ganará el aplauso. Lo hecho con Luz y Fuerza del Centro puede resultar caro, pero se trató de una medida necesaria que debe redundar en beneficio para la nación.