Control y responsabilidad

El Gobierno federal, a través de la Secretaría de la Función Pública, realiza en la Ciudad de México el primer Foro Internacional de Control de Obra Pública, en el que se buscan mecanismos para mejorar y fortalecer las políticas de vigilancia y control, desde el Gobierno y para el Gobierno, en el ejercicio de recursos públicos asignados a la infraestructura, que tan sólo en este sexenio alcanzarán los dos billones 250 mil millones de pesos en inversión, de acuerdo a lo anunciado por el Presidente Felipe Calderón el 18 de julio de 2007, cuando presentó el Programa Nacional de Infraestructura.

Ayer, durante la inauguración del foro que concluye hoy, el secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, reconoció que existe una normatividad absurda que detiene la ejecución de las obras públicas; sin embargo, comentó que de manera conjunta se está trabajando con otras secretarías federales un programa para disminuir la normatividad, para que sea mucho más fácil, y que a su vez sea orientada hacia la eficiencia, y señaló que es necesario reconocer que una de las partes que inhiben o causan problemas con el ejercicio de los recursos oportunos, es la falta de planeación de las obras públicas, pues por ese motivo se quedan atoradas.

Mencionó que los retrasos en la construcción de obras públicas no sólo representan un problema para los ciudadanos, sino también hace que se encarezcan los proyectos y el Estado debe pagar costos no recuperables por la maquinaría que se quedó estancada, por lo que es importante que se consideren los factores sociales y económicos para evitar este tipo de situaciones.

Una planeación deficiente, o la falta de ésta, aunado a los actos de corrupción, dan como resultado daños graves a la inversión pública, cuyas secuelas afectan de manera directa a la sociedad: rezago carretero o de infraestructura hidráulica, obras mal terminadas, etc. Ante este panorama, el titular de la Función Pública hizo un llamado a construir un sistema de control de obra pública, “que sea promotor de la eficiencia, garante de la transparencia e inhibidor de la corrupción”, y convocó a poner atención en la planeación y la prevención, porque “cuando existe orden hacia los resultados, el control es un aliciente para el éxito; pero cuando el desorden impera, el control se convierte en un obstáculo e inhibe la ejecución de los proyectos”.

Sin duda, un llamado que merece ser atendido para que no quede en una declaración más. Los hechos están a la vista de todos, y en Jalisco tenemos muestras de ello: el retraso en las plantas de tratamiento de aguas, en las presas como Arcediano y El Zapotillo y en el Macrolibramiento. Y, desde luego, las fallas en los colectores, o la obra del túnel en López Mateos y Las Rosas, sólo por citar algunos, problemas que quizás no se tendrían si hubiera existido un sistema de control como el que ahora propone Vega Casillas.