Carstens, a prueba

En internet existen 102 mil documentos que vinculan la palabra “catarrito” con Agustín Carstens, flamante sucesor de Guillermo Ortiz en el Banco de México, y 220 mil si se cruza el apellido del ex secretario de Hacienda con el nombre del malestar en inglés, “flu”. De una manera simple, estos números implican la trascendencia que tuvo haber definido, el 7 de febrero de 2008, que la crisis financiera que se originaba en Estados Unidos apenas iba a causar un catarrito en México.

Por un buen tiempo las expresiones del economista que encabezará el banco central serán evaluadas por la credibilidad que causen. Toda la formación y experiencia que tenga será puesta a prueba, en un rol donde esta cualidad es fundamental para la estabilidad del sistema económico del país.

Pero no es su único reto. Al comparecer ante las comisiones unidas de Hacienda y de Estudios Legislativos, Carstens se comprometió a construir sobre los logros que ya ha alcanzado el Banco de México como organismo rector y autónomo.

La autonomía no es sinónimo de aislacionismo, aceptó el lunes pasado en el Senado. Por el contrario, reconoció, la evolución que buscará imprimir a la institución implica una interlocución eficaz con los gobiernos federal y locales, con el Congreso de la Unión y con la sociedad en general para contribuir en mecanismos que aceleren el crecimiento económico y, en consecuencia, en generación de riqueza, prosperidad y empleos para los mexicanos. Si Carstens cumple su ofrecimiento al encabezar el Banco de México en los siguientes años, sin duda aportará significativamente al país.

En este propósito, el diálogo del lunes con los senadores, que sirvió para elaborar el dictamen aprobatorio a su nombramiento, aprobado ayer por cuatro quintas partes del pleno en el Senado, subrayó un pendiente: el sistema financiero del país, que goza de cabal salud en medio de la crisis que enfrentamos, está lejos de ser un eficaz motor en el dinamismo económico y productivo de la nación; una salud que sirve de poco mientras no aumente significativamente con créditos accesibles a las empresas. Si Carstens cumple, le hará un gran servicio a México.