¡COF!+ ¡COF! = a R.I.P.

Confieso que nunca he sido fumador… pero el entorno en el que hemos vivido desde los días infantiles, pasando por los universitarios y llegando a superar las seis décadas de existencia, me hicieron padecer muchas veces los desagradables olores de los cigarrillos evitando, -- hasta donde ha sido posible --, la proximidad a las volutas humeantes.

Y es por ello que, por no fumar y con el respeto por delante, me doy cuenta de lo difícil que puede ser para algunos empedernidos fumarolos el retirarse del vicio…  o del hábito…  o de la costumbre o la adicción…  o como Usted quiera llamarlo.  Empero…

Empero, -- y lo que menos intento es “pontificar” sobre la cuestión --, lo que resulta innegable es el daño gravísimo que los llamados “tubitos cancerígenos” provocan.

Sí…  vendrán los argumentos, las opiniones, las justificaciones defensivas de los fumadores que adultos esgrimen cosas como “de todas maneras nos vamos a morir”; o el clásico “a mí no me hace daño” o cuando no queda mayor excusa renunciatoria, “me gusta mucho, pues…”

De ahí que todos los esfuerzos e imposiciones por parte de autoridades, -- léase reglamentos, leyes y limitaciones –,  a fin de que la gente renuncie a quemar los billetes por conveniencia en sentido de que la Seguridad Social aplica colosales cantidades para sufragar el costo de las enfermedades derivadas por el tabaquismo; todo, pues, es poco.

Se ha establecido allá por septiembre del pasado año que las tabacaleras retiren sus productos para que se incorpore información de las consecuencias funestas a la salud que tiene el fumar. ¿Cómo? Pequeñas fotografías o pictogramas de personas con cáncer y la leyenda “FUMAR MATA”, añadidos al contenido tóxico que tiene un cigarro.  Advertencia a los que consumen pero, importante, cumpliendo la Ley de Protección a los No fumadores aprobada en el 2008.

¿Funcionará? Creo que en mucho ayudará toda vez que un fumador activo al sacar un pitillo verá el mensaje y, bueno, hay que creer todavía que algunos con residuos de conciencia podrán claudicar cuando los riesgos van por enfermedades relacionadas con lo que se meten dentro del cuerpo provocándose cáncer de pulmón y boca, infartos o enfisema pulmonar.

Por supuesto, que las tabacaleras han tratado de retardar las medidas cuando el pictograma será impreso en el 30%  de la cara frontal e información en el 100% de la posterior del paquete.

Y…  PENSÁNDOLO BIEN.
Y…  PENSÁNDOLO BIEN, hay escépticos de que la medida funcione cuando el fumador adulto, que por lo general se inició de infante casi, se resiste a renunciar siendo obligado solo cuando su daño no tiene remedio teniendo su vida en el filo de la navaja.  Sin embargo…
Valdrá por los imberbes que se abren a la vida para que mirando a lo que pueden llegar fumando, lo rechacen…

Lo que se logre, será, no lo dude, muy bueno…