| Si se es un contador, hay que pasar largas horas leyendo los códigos fiscales Bienvenido lo difícil Muchos trabajan mucho, pero no logran lo que quieren Por: EL INFORMADOR 24 de enero de 2009 - 00:21 hs El 31 de diciembre de 2007, hace ya un año, Michael Phelps, el multipremiado nadador estadounidense, celebró las 12 campanadas del año nuevo en una alberca del Estado de San Luis Potosí, quería nadar con su equipo precisamente a esa hora para simbolizar su compromiso con la preparación para las olimpiadas de Beijing. En agosto pasado, Phelps ganó más medallas de oro que toda la delegación mexicana juntos. Su esfuerzo rindió frutos. En las vacaciones leí un libro de Geoff Colvin, “Talent is overrated”, editorial Portafolio; su título lo sintetiza: el talento está sobrevalorado. Mozart era un genio, pero tocaba el piano todo el día para lograr componer como lo hacia; el golfista Tiger Woods le pega a la pelota mejor que ninguno, pero su padre, un profesor retirado, lo acompañó en interminables jornadas de entrenamiento y le regaló su primer palo ¡a los siete meses! El talento se basa en largas, larguísimas, horas de práctica. Lo que realmente separa a los profesionales de clase mundial de todos los demás, es un tipo de “esfuerzo específico”, una práctica constante de lo que sea que se haga, pero intencional, consciente, programada, sistematizada y sí, también idealizada, hay que soñar también, decretar que se va a lograr algo. Muchos trabajan mucho, pero no logran lo que quieren, son víctimas de una circunstancia específica, como muchos dicen al excusarse ante la colectividad o ante sí mismos o, ¿es que ese enorme esfuerzo no está bien enfocado, no es un esfuerzo que tenga sentido? Si se es un contador, hay que pasar largas horas leyendo los códigos fiscales; si es un médico, ver muchos pacientes, registrar efectos de lo que le diagnostica; si es un periodista, escribir, crear redes de fuentes, leer, estudiar. Cada uno puede y debe con honestidad sentarse un momento y analizar la materia que corresponde a su campo. Dilucidar en qué consiste un esfuerzo útil y en qué uno inútil. Los individuos y las organizaciones que sobresalen lo hacen con base en ese esfuerzo específico, pero además continuado. Los logros de un día se tienen que repetir al siguiente y al siguiente y al siguiente. No hay caminos cortos. No hay manera de saltarse etapas. Sólo la capacidad de entenderse como un ser humano con la responsabilidad y, más importante, con la capacidad de desarrollar el potencial propio. En un año nuevo el lugar común es hacer propósitos, todos los tenemos: dejar de comer, dejar de fumar, hacer ejercicio, estudiar un idioma, una maestría… agregue los personales, los que haya dicho esta semana en voz alta o con la voz interior, ésa que no compartimos con nadie. El tema es que para la gente tan decidida como Phelps, los propósitos de año nuevo los llevan a actuar, no a prometer que se llevará a cabo un cierto tipo de conducta. Dice una amiga, eterna optimista, “años nones años de dones”; 2009 difícilmente será de dones económicos, con una recesión de carácter internacional, pero sí que puede ser de dones personales. Trabajar en el nivel de conciencia de cada uno de nosotros, estoy convencida, nos conducirá a buen puerto, después de surcar por las turbulentas aguas del año que se inicia. Nivel de conciencia definido como la capacidad de entendernos a nosotros mismos, a los que nos rodean y actuar para el bien colectivo partiendo del individual. Nadie puede negar que 2009 verá tasas de desempleo elevadas, espero que ninguna persona que esté leyendo esta columna pierda su empleo, su forma de ganarse la vida, pero, ¿tiene alguien la seguridad absoluta de que eso no sucederá? Claro que no. Peter Drucker, el pensador del que en el año que se inicia se celebrarán 100 años de su nacimiento, respondía a quien se acercaba a preguntarle qué hacer ante una incertidumbre semejante, y tenía una receta contundente: “Hacerse útil”. En las crisis económicas, en los recortes laborales, cuando la nave económica atraviesa las olas, no hay más que eso: hacerse útil. Difícilmente se prescinde de los talentosos y, ¿qué son los talentosos, según la literatura más reciente? Los que se esfuerzan, los que corren la última milla, nadan el último minuto, esos que le quitan el agua al queso cottage cuando están a dieta. El recurso más escaso en temporadas de crisis es el verdadero talento. Gente como Phelps que esté dispuesta a trabajar con su equipo a las 12 de la noche del 31 de diciembre por un ideal, una meta. ROSSANA FUENTES BERAIN / Profesora e investigadora de la Universidad de Guadalajara. Temas Rossana Fuentes Berain Lee También Actividades de la Librería Carlos Fuentes durante el marco de la FIL 2024 La UdeG se propone ser una universidad verde Sociales: Carsol Challenge 2024, solidaridad en cada swing Celebra el Día de Muertos entre libros en la Librería Carlos Fuentes Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones