En los últimos cinco años se registró un crecimiento de extranjeros indocumentados en Jalisco, principalmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara, al pasar de 429 en el año de 2019 a mil 436 al cierre de noviembre pasado, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación.Luis Enrique González, profesor de la Universidad de Guadalajara y coordinador de la organización FM4, acentúa que, si bien estas cifras reflejan un panorama sobre la migración en México, las autoridades no conocen realmente el número de personas en movilidad, puesto que sólo contabilizan los números de aquellas personas detenidas por el Instituto Nacional de Migración. En el caso de FM4, en el último cuatrimestre del 2023 registró un promedio de entre 90 a 95 personas atendidas diariamente, cifras habitualmente no vistas (tiene una capacidad de atención de 104 camas).En las calles de Guadalajara es común ver a personas de distintas nacionalidades quienes piden apoyo a la ciudadanía para subsistir. Algunas piden trabajo, otras se colocan en las esquinas de calles y avenidas con carteles en mano para pedir una moneda que les ayude, otras tantas esperan en distintos puntos de las vías del ferrocarril a “La Bestia”, el tren que esperan les ayude a cruzar la frontera para llegar a los Estados Unidos. Sin embargo, al ver las complicaciones del viaje hacia “el otro lado” algunas de ellas también optan por quedarse en nuestro país a través de la solicitud de refugio, una figura establecida en la legislación mexicana y tratados internacionales. De acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), durante 2023 el número de solicitudes de refugio aumentó 30% respecto del año previo. Mientras el año pasado un total de 909 personas presentaron su solicitud ante la Comar para que se les reconociera en calidad de refugiadas en el Estado de Jalisco, en 2022 fueron 695. No se tiene registro previo al 2022, puesto que la Comar no contaba con una oficina física en la Entidad. Aunque el reporte de la Comar no especifica las nacionalidades de las personas que solicitaron esta figura, de acuerdo con la estadística, a nivel país fueron las personas originarias de Haití las que presentaron un mayor interés, con el 31.3% de las solicitudes, seguidas de personas originarias de Honduras con 29.7% del total, y de personas provenientes de Cuba con 13% del total. Aunque la llegada a México y Jalisco de personas originarias de Haití no es nueva, desde finales de 2022 se registró una tendiente alza de migración a México de este sector poblacional. Según explicó el director General Noreste de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), Camilo Contreras, el aumento de la migración de las personas haitianas se debe en gran medida a que en su país no se ofrece a las personas ciudadanas un “contrato social de larga data”, a que no hay una confianza en el Estado, a que su democracia endeble y a la política internacional “que no ha brindado apoyo a las necesidades de la gente”, según explica para el portal del Colef.LA ATENCIÓN ESTÁ PUESTA EN EXTRANJEROSDebido a que la migración no distingue países, el padre José Juan Cervantes, sociólogo especialista en migración y coordinador de “Casa Scalabrini”, que recibe y acompaña migrantes mexicanos repatriados, instó a las autoridades y a la sociedad civil a que no se olvide a los connacionales en este ámbito. Esto porque, dijo, el aumento de personas indocumentadas provenientes de Centro América ha acaparado la atención de los apoyos, cuando México en sí presenta una crisis en la materia para los nacionales. Recordó que el Gobierno federal ha desaparecido diversos apoyos para las personas repatriadas de Estados Unidos, por ejemplo, la desaparición del Fondo de Apoyo a Personas Migrantes en 2019, y ante esto, la mayoría de los mexicanos deportados desde Estados Unidos se quedaron en la frontera, y ni siquiera pudieron regresar a sus Entidades de origen. Además de ello, explicó el sociólogo José Juan Cervantes, debe ponerse atención en el tema migratorio en México, puesto que se está registrando un mercado irregular en distintos sentidos, que además pone en riesgo a todas las personas en tránsito en el país. Por ejemplo, dijo, se encuentran quienes cobran a los migrantes por llevarlos a la frontera de manera informal, evitando que se tenga un registro y seguimiento de las personas a quienes traslada. Otro punto, dijo, es la existencia de albergues, por ejemplo, en el caso de la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde se les cobra desde los 300 a los 450 pesos semanales por persona, aunque los cuartos y los sitios suelen ser insalubres y en hacinamiento, convirtiéndose en negocios lucrativos.PARA SABERLuis Enrique González, coordinador de FM4, compartió que en la Zona Metropolitana existen diversos espacios que atienden a personas en condición de movilidad humana, los cuales cuentan con diversas necesidades para brindar atención a este sector poblacional, que van desde alimento, despensa, voluntariado, y recursos monetarios, hasta el recibimiento de prendas de ropa y calzado en particular y mochilas. Las personas que deseen brindar su apoyo pueden comunicarse directamente a los organismos para acordar los apoyos. Casa del Migrante Scalabrini: 33-2696-1132. FM4: 33-3330-0306. GDL Sur Casa de Vida: 33-1641-0550. Albergue de las hermanas Vicentinas: 33-3151-0308 Alrededor de 500 migrantes hondureños salieron caminando la madrugada de ayer de San Pedro Sula, en el norte del país hondureño, con dirección a Estados Unidos, en lo que constituye el primer grupo de estas características desde enero de 2022.La caravana está conformada por hombres, mujeres y niños, sobre todo del interior de Honduras y de la zona sur, donde muchos trabajadores del campo se han quedado sin empleo en los últimos años debido al cierre de algunas plantaciones.“Vamos decididos a todo, aquí, imagínese, estábamos peor, sin empleos, con hambre”, dijo Edgar Iván Hernández, un trabajador del campo de 26 años que viajaba con tres familiares.Según explicó su primo, Arnold Ulises Hernández, se animaron a salir caminando porque escucharon en redes sociales desde hace dos semanas que se iba a formar la caravana.“La mejor forma es irnos en grupo porque así, en grupo, no nos detiene mucho la policía, migración”, afirmó.La gran mayoría de migrantes cruza Centroamérica y México en pequeños grupos, utilizando todo tipo de transportes y las redes de tráfico de migrantes. Los que forman caravanas son una ínfima parte de ellos.La terminal de San Pedro Sula es el lugar desde donde salen a diario estas personas en autobuses hacia el norte, pero también fue el origen de las masivas caravanas de finales de 2018 y 2019, que iban sumando gente según avanzaban.Muchos de aquellos miles de migrantes lograron llegar hasta la frontera con Estados Unidos, pero después de la pandemia la situación cambió radicalmente debido a la presión ejercida por el entonces presidente estadounidense Donald Trump para que México y los gobiernos centroamericanos incrementaran sus medidas de contención, cuanto más al sur mejor.Al principio, las grandes caravanas sólo llegaban hasta el sur de México; posteriormente, ni siquiera lograban atravesar el territorio guatemalteco. Ahora muchas se conforman ya en territorio mexicano, en la ciudad de Tapachula, pero tampoco logran avanzar desde el sur del país.Días antes que asumiera el poder la presidenta hondureña Xiomara Castro, en enero de 2022, partió un grupo similar al actual que fue disuelto por las fuerzas de seguridad de Guatemala.En el año fiscal estadounidense -que concluyó en septiembre- las autoridades registraron casi 2.5 millones de cruces irregulares y las cifras se incrementaron en diciembre, cuando en algunos días hubo hasta 10 mil cruces. Después, los cruces descendieron bruscamente a los dos mil 500 durante los primeros días de enero.Más de medio millón migrantes, muchos de ellos venezolanos, cruzaron el año pasado la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá y siguieron la ruta por toda América Central. México detectó más de 680 mil extranjeros en situación irregular de enero a noviembre.Además, un número récord de más de 140 mil personas pidieron refugio en México en 2023, casi 42 mil de ellos hondureños.APDe acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos toda persona tiene derecho a migrar en busca de una mejor vida. Para ello existen distintos tratados internacionales y las legislaciones de los distintos países, en los cuales se establecen las vías para poder hacerlo, a través de distintos documentos que permiten hacerlo por la vía legal. Y aunque no es un delito, una persona que no migra por la vía legal debe ser devuelta a su país de origen, como ocurre en el caso de México, según se establece en la Ley de Migración y su reglamento. Por ello, toda persona que ingresa en el país sin los documentos legales, al ser reconocida por el Instituto Nacional de Migración, debe ser puesta ante las autoridades correspondientes, registrándolas así en las estadísticas migratorias del Instituto. NUMERALIA* Hasta noviembre.Fuente: Secretaría de Gobernación.