Zelaya descarta uso de armas en su convocatoria a insurrección

CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró que la insurrección a la que ha convocado y encabeza no implica el uso de las armas y, a diferencia de lo que dijo su representante en la comisión negociadora hace una semana, aseveró que está dispuesto a avalar el Plan Arias siempre y cuando incluya su restablecimiento en el cargo.

El mandatario centroamericano arrancó una estrategia de presión internacional con su visita a México, la cual seguirá por Brasil, durante la cual demandará una mayor acción de parte de los gobiernos de la región en contra del Gobierno de facto a cargo de Roberto Micheletti.

“Falta mucho por hacer” en materia de respeto a la democracia y los derechos humanos, dijo el mandatario hondureño al recordar la máxima de Benito Juárez y al calificarse como un “catracha” católico y pacífico.

Advirtió que sobre Latinoamérica se abre un grave expediente con las ultraderechas o derechas que avalan el golpe de Estado; sin embargo, advirtió que “los pueblos tienen derecho a ocupar las armas que les provee nuestros sistemas legales y jurídicos para revertir esos procesos que les afectan a ellos”.

Aunque aclaró que la insurrección es un derecho constitucional en Honduras, el movimiento de resistencia que encabeza es pacífico.

Jefe de Estado

Mel, como es conocido en su país, fue recibido ayer en la explanada “Francisco I. Madero” por el Presidente Felipe Calderón, quien encabezó una ceremonia que incluyó todo el protocolo para un Jefe de Estado, entonación de los Himnos Nacionales, revista a la guardia, saludo a las banderas y presentación de comitivas.

En su mensaje, Calderón dijo que el Gobierno mexicano está dispuesto a ser “parte determinante” en la solución del problema en Honduras. “Hoy y siempre rechazamos de manera enérgica cualquier intento de volver al pasado autoritario que tanto daño hizo a nuestras naciones. Creemos firmemente que la política debe prevalecer en todo tiempo sobre la violencia, el diálogo debe prevalecer sobre la exigencia”.

Acompañado por la canciller Patricia Espinosa y el embajador de México en Honduras, Tarcisio Navarrete, Calderón se dijo a las órdenes de lo que la Organización de Estados Americanos (OEA) determine para alcanzar un acuerdo, incluso si ello implica la participación del Mandatario en una comisión ex profeso.

Después de una reunión privada con Calderón, Zelaya dijo en conferencia que su Gobierno no está dispuesto a “hacer un juego diplomático en el exterior de Honduras con el único fin de dilatar el proceso de reconstitución de la democracia en el país”, sin embargo, ofreció, a cambio del acuerdo, amnistía política a los implicados, pero no amnistías penales, ni civiles a los delitos cometidos.

Los procesos de transformación deben estar en manos de los hondureños, dijo, al defender la instalación de una cuarta urna en elecciones y rechazó que sea para reelegirse: “En Honduras nunca ha habido un proceso de reelección, eso es falso; ni existe, ni se ha planteado por mi Gobierno, ni mucho menos por su servidor”.

Entrevista
"Mel" vino a buscar legitimidad
Consciente de que México es —como dijo en su visita— el hermano mayor y uno de los países con mayor peso en la región, el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, vino a buscar legitimidad, dice Pedro Pallares Yabur, profesor de derechos humanos de la Universidad Panamericana (UP).

“México es la potencia latinoamericana del Norte y después estar aquí Zelaya se va a Brasil, que es la del Sur, en ambos países buscará eso, que la legitimidad se incline a su lado”.

En entrevista con EL INFORMADOR, dice que mientras Zelaya está buscando ejercer como el presidente constitucional de Honduras, el Presidente Felipe Calderón lo invitó para dar tres mensajes: un espaldarazo al sistema democrático de la región, uno más al presidente Zelaya al reconocerlo como mandatario legítimo y otro al presidente costarricense, Óscar Arias, y a su propuesta para restablecer la situación en Honduras.

Pallares Yabur dice que hay una carrera contra el tiempo en Honduras porque se acercan las elecciones en noviembre.
“Micheletti dice: ‘aquí hubo una violación a la Constitución y la estamos restableciendo’, Zelaya hace lo mismo al decir que lo sacaron del poder bajo un procedimiento no constitucional y los dos tienen razón, por ello ambos buscan el respaldo internacional”.

Sobre el llamado que hace Zelaya a la insurrección pacífica, Pallares Yabur se pregunta ¿cuándo una insurrección es pacífica?
“Puede haber marchas en las calles y protestas pidiendo restablecer a Zelaya en el poder, pero la palabra es engañosa porque insurrección implica violencia, cierto actos de vandalismo y desorden… aunque no ha habido baños de sangre masivos ya hay muertos y heridos, que es lamentable”.

Vaticina salida pacífica

El catedrático de la Escuela de Derecho dice que si bien no puede vaticinar qué ocurrirá, cree que el conflicto en Honduras terminará de manera pacífica.

“Los dos (Zelaya y Micheletti) ya dieron un paso hacia atrás, es decir, no fomentaron la violencia, yo creo que conforme se acerque noviembre se irá despejando el panorama, mientras siga existiendo el escrutinio internacional y las misiones de los organismos habrá una válvula de escape que impedirá la guerra que haya una guerra civil, sin embargo en situaciones como esta una pequeña chispa puede provocar una situación muy delicada”.
(EL INFORMADOR)

Tegucigalpa
Imposible su retorno: Gobierno de facto

Varios hondureños realizaron  pintas en edificios contra el Gobierno de Micheletti, en Tegucigalpal.

El ministro de la Presidencia del Gobierno de facto, Rafael Pineda Ponce, advirtió que “es  imposible” cumplir la propuesta del Acuerdo de San José del regreso del  presidente depuesto Manuel Zelaya al poder.
Se “hace imposible el arreglo porque hay una posición política aquí, la  cual expresa que es condición sine qua non que él (Zelaya) no regrese a la  Presidencia de la República”, manifestó a periodistas.

El acta de San José propone el regreso de Zelaya al poder y que el actual  presidente de facto, Roberto Micheletti, regrese a la presidencia del Congreso. (AFP)