Ya gruñen; habrá guerra

Exactamente en sentido contrario a la indicación que se habían dado a sí mismos, un equipo local ya empezó a limpiar las armas, a sacar los escudos, a gruñir y, sobre todo, a lanzar mensajes de guerra. Sus adversarios hacen lo propio: afilan los cuchillos, escogen a los lanceros, eligen la defensa y, sobre todo, también mandan señales bélicas hacia el frente contrario.El escenario, que por supuesto es metafórico (¿quién usa escudos todavía?), bien podría aplicarse al siguiente partido Chivas- América, a la llamada batalla del Gobierno federal contra narcos, al programa de Obama contra los bancos o al ring en el que están los transportistas y el Macrobús.

Pero no, no se trata de ninguno de esos frentes abiertos desde hace tiempo. Ésta es una nueva bronca, una nueva batalla de la guerra entre poderes que se da en el país desde que existe la alternancia. En español: se trata de la abierta hostilidad que hay entre el gobernador y los diputados que ayer finalmente rindieron protesta.

Ya se esperaban tensiones, es verdad, pues los resultados del 2 de julio le dieron un levantón al PRI y una lección al PAN; pero las sonrisas entre los nuevos alcaldes tricolores y el mandatario Emilio González Márquez generaron una especie de amnesia temporal que parecía tregua indefinida.

La tregua fue rota ya: no habían pasado 20 días de que los panistas hablaran de diálogo y negociación como herramienta casi única de acción legislativa, cuando los propios albiazules impidieron que los nuevos diputados rindieran. Nomás para empezar. ¿Para qué? Para evitar que los diputados priistas llevaran mano a la hora de elegir comisiones, pero el resultado fue peor: una clara alianza en contra. El PRD, el PVEM y el PRI se dieron la mano y suman juntos 24 de los 39 diputados locales, así que sin pedir permiso a nadie pueden sacar adelante iniciativas, pero también obstaculizar proyectos del gobernador y armar tamañísimo desmán para aprobar el presupuesto.

Para abrir boca (o fuego), Raúl Vargas quedó como nuevo presidente de la Mesa Directiva del Congreso. A pesar de su fama de prudente y de tener el aval del consenso, su designación tiene un claro mensaje bélico: Vargas es del PRD, pero más que eso, es del Grupo UdeG y no hay que dar muchas vueltas para saber lo que eso significa.

Significa que hay gruñidos y que al gobernador se le abrió otro (¡otro!) frente de guerra.

Obesidad y entorno

No poder trasladarse a casa, no tener tiempo para comer, trabajar 10 horas diarias, no encontrar comida sana (ni en restaurantes, ni en tiendas, ni en cines, ni en lugares de trabajo, ni en centrales camioneras, ni en aeropuertos, ni en escuelas, ni en centros comerciales) y no tener acceso a lugares de ocio físico, produce mexicanos obesos. Eso no se arregla quitando las papas de las primarias.