Xalapa, en alerta por pronóstico de otra granizada

XAPALPA, VERACRUZ (28/ABR/2014).- Las autoridades de Protección Civil de Veracruz emitieron una nueva alerta ante la posibilidad que se registre una nueva granizada en esta ciudad capital, la cual fue golpeada ayer domingo por bolas de hielo del tamaño de pelotas de béisbol.

La Secretaría de Protección Civil informó que debido a las altas temperaturas que se han registrado los últimos y la entrada del frente frío número 54, se extenderán hasta el miércoles las condiciones para el registro de lluvias con tormentas eléctricas aisladas y probabilidad para la caída de granizo.

La dependencia hizo un llamado a la población a extremar precauciones, como identificar domos, ventanas, tragaluces, entre otros objetos susceptibles a dañarse en las granizadas, además de solicitar información a la Unidad de Protección Civil sobre la ubicación de refugios temporales.

Así como las recomendaciones para establecer un plan de acción con el fin de prevenir o minimizar los posibles daños a la población, sus bienes y entorno.

En el Calendario de Temporadas y Fenómenos Meteorológicos para el estado de Veracruz, el periodo de granizadas inicia el 01 de marzo y termina el 30 de junio.

Debido a que en esta época del año deja de presentarse la influencia de los frentes fríos o Nortes fuertes, iniciándose la temporada cálida, el granizo se forma durante las tormentas eléctricas, cuando las gotas de agua o los copos de nieve formados en las nubes de tipo "cumulonimbus" son arrastrados verticalmente por corrientes de aire turbulento característico de las tormentas.

La magnitud de las afectaciones que puede provocar la precipitación depende de su cantidad y tamaño; en zonas rurales pueden dañar las siembras y plantíos, a veces causan la muerte de animales, en las viviendas cuyas techumbres están construidas con cartón, material natural, entre otros, los daños pueden ser graves.

En regiones urbanas afectan las viviendas, construcciones y áreas verdes, y en ocasiones el granizo se acumula en cantidad suficiente dentro del drenaje para obstruir el paso del agua y generar encharcamientos e inundaciones durante algunas horas, sin olvidar que la acumulación en techos resulta peligrosa para la estabilidad de la vivienda.