México | LOS ANTEOJOS DE BASKERVILLE POR CARLOS ALBERTO LARA GONZÁLEZ WikiLeaks y la ciberdoxocracia Después del escándalo diplomático desatado por WikiLeaks, la diplomacia internacional no será la misma Por: EL INFORMADOR 4 de diciembre de 2010 - 04:05 hs Carlos Lara. / Que nadie lo dude, después del escándalo diplomático desatado por WikiLeaks, la diplomacia internacional no será la misma. Existen dos preguntas en torno al tema. Si en los criterios editoriales de los medios de comunicación debe primar la seguridad nacional y los asuntos de Estado, o bien el derecho de acceso a la información. Y si este derecho, como parte de los derechos fundamentales, tiene límites. Sin duda los tiene. Hablar de derechos fundamentales supone hablar de límites a la libertad. Durante décadas se sostuvo que éstos eran derechos absolutos por estar íntimamente ligados a la naturaleza humana, lo cual es falso. La doctrina internacional establece límites debido a que el titular de estos derechos, si bien es un individuo, no está aislado, es un individuo que vive, convive y se relaciona con los demás en sociedad. En ese sentido, el ejercicio de sus libertades se conecta con la de los demás en una convivencia orquestada por el Estado. El caso del camarógrafo asesinado por un camión militar estadounidense en la guerra contra Iraq, cerrado por las presiones de Estados Unidos a España en una vergonzosa y lamentable intromisión, es un caso donde debe primar el derecho de acceso a la información, entre otras cosas para deslindar responsabilidades sobre dos de sus máximos responsables —el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza—, incluso contra la ex vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, y los ex ministros de Justicia. Está claro que aquí la seguridad nacional no es un límite. Es absurdo que Estados Unidos pretenda aplicar la ley antiterrorismo, incluso plantee la ejecución de Julian Assange, creador de WikiLeaks. Igual de absurdo es que Francia, cuna de las libertades, pida la expulsión del sitio del servidor de su territorio. No así la decisión de Suiza que, coherente con su tradición política de neutralidad, haya brindado asilo al sitio. La ciberdoxocracia generada por WikiLeaks manifiesta una dicotomía: lo que los ciudadanos tienen derecho a conocer y lo que realmente conocen. Y es que internet es ya un medio en el que los ciudadanos pueden compartir información con el mundo. Un espacio descrito por la especialista Rosalía Winocur como una esfera pública en la red. Los primeros efectos del caso nos dicen que se esfuma la reelección de Obama y la permanencia de los socialistas en España. Nos dicen también que por menos que esto, el presidente Nixon dejó la Casa Blanca en 1974. Estamos ante la intromisión documentada de Estados Unidos en la política interna de diversos países, incluso en sistema de justicia. Ojalá que en el criterio editorial de los medios prime el derecho de acceso a la información, pues sería vergonzoso que en lugar de afrontar sus responsabilidades, Washington pretendiera matar al mensajero. Temas Los anteojos de Baskerville Tertulia Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones