Veinte once: por los derechos y los sueños

“Los ríos también una vez fueron gotas y los caminos en un principio
fueron senderos”
(El ensayo de la pluma, G. Petrovic,
escritor servio)

Los nacimientos se celebran, traen implícito el derecho a la esperanza y eso los hace mágicos. Llenos de ilusiones y sueños, es entonces cuando la imaginación alimenta nuestras más generosas ideas y cuando inevitablemente deseamos y aspiramos a un mejor futuro. Es como estar frente a una hoja en blanco.

Los primeros días del año tiene la fortuna del nacimiento de un nuevo ciclo, es entonces que resulta natural la opción de plantearse metas.

El 2011 está cargado de simbolismo e ilusión para nuestra ciudad; tras la promesa de todo lo que lograría el “sueño panamericano”, hoy llegamos con más penas que glorias, desdibujando la oportunidad de tener obras y espacios de calidad, que aun esperan un mejor despertar.

Pero este veinte once no está ausente de expectativas que poco tienen que ver con la justa deportiva, pero mucho con temas fundamentales para nuestra ciudad, en los que la coordinación entre gobierno y ciudadanía juega un papel fundamental.

Como un gran paso para mejorar la forma de vida en las ciudades, resulta la Iniciativa con proyecto de decreto, por el que se aprueba la "Ley General de Asentamientos Humanos y Ordenación del Territorio", presentada en el Senado de la República el pasado 14 de diciembre del 2010 y que se espera se apruebe este año.

Entre los muchos aspectos importantes que marca la propuesta, destaco el Artículo 3: “Todas las personas tienen derecho a la ciudad, bajo principios de sustentabilidad, democracia, equidad y justicia social.

Tienen por tanto derecho a encontrar en la ciudad las condiciones necesarias para el ejercicio pleno de sus derechos políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales, asumiendo el deber de la solidaridad. Su objetivo es generar las condiciones para el desarrollo de una vida digna y de calidad para todos, tanto en lo individual como en lo colectivo.” ¡Bravo!.

Esta iniciativa nacional reconoce las regiones metropolitanas y establece que corresponde a los municipios coordinarse. En nuestro caso hay camino avanzado y debe ser un objetivo del año que inicia.

La coordinación metropolitana puede plantearse como un primer gran reto, la estrategia amplia, seria y consensuada de movilidad y espacios públicos, para establecer un mínimo operable de lo que debería ser un plan compartido para la metrópoli.

Los cien millones de pesos etiquetados este año para movilidad a través de la SCT son insuficientes para establecer una política que dé credibilidad y certidumbre; se requiere buscar otras opciones apoyados en la inteligencia y gestión local que hasta hoy no ha sido aprovechada adecuadamente por los tomadores de decisión.

Una estrategia metropolitana de movilidad y espacios públicos, es mucho más que una disputa sobre sistemas u ocurrencias, se trata de un mecanismo integral para mejorar condiciones de salud, medioambientales, competitividad; en suma, calidad de vida y derechos ciudadanos.

 De nosotros depende que nuestras gotas un día sean río… ánimo, feliz 2011.