México | POR RICARDO BUCIO MÚJICA Utopía, esperanza y posibilidad Utopía y esperanza son convicciones y construcciones personales y colectivas, que no dependen de lo que es, sino de lo que queremos que sea Por: EL INFORMADOR 31 de diciembre de 2010 - 04:48 hs “En estos tiempos convulsos… para la sensación de muchos de pérdida de la brújula y de una especie de anomia total de la vida social, cultural y política, parecería absurdo hablar de utopía y esperanza": Son palabras de Cecilia Loría, antes de su muerte. ¿Cómo construir en el contexto que vivimos utopía y esperanza? Justo porque hay propósitos humanizantes frente a conflictos y situaciones deshumanizantes, y se tiene la certeza de que el valor de la vida es ilimitado y de que no estamos hechos para la desigualdad. Utopía y esperanza en que las niñas y los niños podrán volver a salir a la calle solos. En que los hombres podemos y debemos ser feministas. En que la ética debe ser decisiva en la política. En que la discriminación se erradica, y no se institucionaliza. En que podemos vivir como ciudadanos de alta intensidad. Utopía y esperanza son convicciones y construcciones personales y colectivas, que no dependen de lo que es, sino de lo que queremos que sea. Y creo requieren al menos tres aspectos. El primero es no asumir como normal lo anormal. Aprenderlo de niñas y niños que miran al mundo con asombro, descubriéndolo, interrogándolo y tratando de comprender por qué pasa lo que pasa. Ante situaciones como la inseguridad y el miedo, que coartan la libertad y promueven una lógica permanente de defensa, tienen una expresión de incertidumbre y cuestionamiento. El segundo es comprender que, de muchas maneras, somos los otros. Que las experiencias, miradas, recuerdos y aprendizajes, no solamente van pasando de generación en generación, sino a través de los sentidos van pasando de persona en persona sin apenas darnos cuenta. Que nos construimos desde el vientre materno, y cuando al nacer nos miran unos ojos que reconocemos, o cuando sentimos afinidad con alguien antes de saber siquiera qué está pasando. Y el tercero se refiere a construir a partir del encuentro con el diferente, no con el igual. Moshe Dayan decía que si queremos la paz debemos dialogar con nuestros enemigos, no con nuestros amigos. Que la paz no tiene que ver solamente con la seguridad pública y con la ausencia de violencia institucionalizada. La paz tiene que ver con la no violencia entre las personas, sobre todo entre la gran mayoría que está en contra de la violencia y de la criminalidad. Y pareciera que la paz, la posibilidad de transitar, de trabajar, de forjarse el presente y el futuro en calma, solo depende de las autoridades públicas. Claro que sí. Pero también está en la posibilidad de cada persona de relacionarse con quienes pertenecen a otra iglesia, a otro partido, a otra ideología, o que son de alguna forma diferentes. Pasa por el diálogo y por la tolerancia, por el respeto y la promoción de los derechos y libertades, y no por la descalificación o la estigmatización, que parecen ser el deporte nacional. Temas Rotonda Ricardo Bucio Mújica Lee También Hoy se estrena “Los Montaner: Temporada 2” en Disney+ Sociales: Omar & Marlene, una promesa de amor Entrega por primera vez STAUdeG Presea Abigail López y López a la Rectora General electa Karla Planter El juego de ganar-ganar Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones