Una alianza que da tumbos

Aún no nace y la alianza opositora en el Estado de México ya tiene problemas. Al golpe bajo de Enrique Peña Nieto, al aumentarles los requisitos legales y el costo si quieren aliarse, el PAN y el PRD acusan también la falta de un candidato competitivo para enfrentar al popular gobernador mexiquense, y andan ofreciendo la candidatura a los personajes más disímbolos y extraños sin hallar uno que los una a ambos.

“La verdad, no tenemos un candidato fuerte”, comentó hace unos días a esta columna un miembro del CEN panista, que hasta ponía en duda la viabilidad de la alianza en esas condiciones. Pero ayer, tras la aprobación, el fin de semana, de la alianza por parte del PAN mexiquense, se han intensificado la búsqueda y los sondeos para encontrar a una opción que congenie las diferencias entre PAN y PRD.

Una opción que entusiasmó al PAN fue la del empresario y ex rejoneador Giovanni Aloi. Los azules veían en él a un hombre joven, con cierta popularidad y perfil ciudadano. Les convencía que tenía —y así lo decían en las cúpulas del PAN— “el tipo Peña”, es decir, físicamente agraciado y joven. El problema fue que el PRD se opuso a la postulación de Aloi y volvió a comenzar la búsqueda.

Qué tan desesperados estarán PAN y PRD que en las dirigencias nacionales se asegura que están sondeando en estos momentos a una popular cantante y actriz de telenovelas a la que ya buscaron y le ofrecieron ser candidata. A ese nivel han caído ante la dificultad para encontrar un abanderado común.

Ayer, Marcelo Ebrard decía que la alianza PAN-PRD en el Estado de México depende de que encuentren un buen candidato, es decir, que si no lo encuentran, como hasta ahora, difícilmente habrá alianza.

NOTAS INDISCRETAS… Meses de silencio en torno a una turbia decisión de su gobierno, y el Presidente Felipe Calderón habló por fin ayer de las licitaciones de espacio radioeléctrico que casi regaló su administración a empresas privadas (Televisa-Nextel). Pero sólo lo hizo para decir dos grandes mentiras: la primera, que al meter al mercado de las telecomunicaciones a nuevos competidores “se trabaja para los consumidores mexicanos”. En la realidad ni las tarifas de telefonía han bajado ni el servicio de las compañías mejora —Televisa, por ejemplo, ofrece pésimo servicio de telefonía con Cablevisión y Telcel sigue cobrando lo que quiere y hostiga a sus clientes. Y la segunda mentira presidencial es que su Gobierno “trabaja sin conceder privilegios y con el fin de favorecer la inclusión de los más desprotegidos”. Ninguna compañía, ni de las dominantes ni de las que recibieron la “ganga”, ofrecen planes o servicios para mejorar la conectividad de los mexicanos más pobres o del sector rural. Una de dos: o al Presidente lo engañan, o él quiere vivir en un mundo de fantasía donde los grandes empresarios son damas de la caridad… Se detienen los dados. Serpiente; mal comienza la semana.