Tren parlamentario

El Presupuesto de Egresos de la Federaciónn súbitamente entró en su recta final porque aún cuando su aprobación tiene todavía un lapso constitucional que se cumplirá el lunes 15, ya presumen diputados de más de un partido político que bien podría ser votado y autorizado el próximo jueves.

A tiro de piedra, pues, de su aprobación, el Presupuesto de Egresos fue objeto ayer de una pasarela rauda, protagonizada por rectores de media docena de universidades públicas y por dos gobernadores: el constitucional de Chiapas, Jaime Sabines, y el electo de Oaxaca, Gabino Cué.

Los requerimientos de quienes han visitado a San Lázaro, indefectiblemente, consisten en más recursos para el año 2011. Y, los de ayer, se han sumado a los 733 mil millones de pesos que apenas el viernes dijo el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, Luis Videgaray, que han venido a solicitar gente de todo el país, desde que llegó el proyecto del Ejecutivo, el 8 de septiembre pasado.

Ayer, en los corrillos que formaron diputados integrantes de la Comisión de Presupuesto, uno de los motivos de debate consistía en dilucidar cuál será el monto final del ajuste del gasto corriente de la administración pública federal.

Gente del PRI ha admitido, en corto, que difícilmente pasará de los 40 mil millones de pesos, que previamente parece que han acordado las cúpulas del PRI –Luis Videgaray, David Penchyna y Francisco Rojas- con los cabilderos de la Secretaría de Hacienda y con el PAN.

Este lunes, el diputado del PT, Mario di Costanzo, ha vuelto a plantear que el gasto corriente del Gobierno federal sí es posible ajustarlo hasta por 95 mil millones de pesos. Y ha afirmado que hay en el Presupuesto partidas de gasto corriente que insuflan indignación porque no beneficiarán más que a la alta burocracia del régimen de Felipe Calderón.

Ha insistido el petista en otro tema que ya trae entre cejas desde hace varios días. El tema de los 85 mil millones de pesos que tendría la Compañía Federal de Electricidad en sus arcas, lo que no equivale más que a una tremenda liquidez que el Ejecutivo Federal no ha manifestado en su proyecto de presupuesto de manera clara y explícita.

El que ayer priístas como Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, hayan dicho que el jueves próximo podría ser el día en que el Presupuesto de marras vaya a quedar aprobado, ha sido considerado por un sector de la oposición como el indicador de que el PRI ya negoció los términos en que se repartirán los poco más de 100 mil millones de pesos de reasignación.

En el seno de la Comisión de Presupuesto, desde el viernes pasado, se ha venido definiendo la repartición de los 100 mil millones de pesos, en medio de silencios en torno de la ampliación del ajuste del gasto corriente.

Aprobar cuanto antes el gasto público para 2011, significaría, evidentemente, una quita de presión al PRI y al PAN, que han negociado ya los perfiles fundamentales del gasto, a decir del resto de los partidos políticos.