Tren parlamentario

¿De veras la Cofetel tiene el control sobre televisoras como Televisa y TV Azteca?, restalló la pregunta en el Senado y en San Lázaro. No, totalmente, se escuchaba en el pasillerío, pero ayuda mucho al Gobierno federal en estos tiempos borrascosos de sucesión presidencial adelantada tener allí, como titular, a un peón tan  subordinado a Juan Molinar, como presumen en el Congreso que lo es Mony de Swaan, quien este jueves, en las dos Cámaras, legisladores del Partido Acción Nacional se desbordaron en su defensa.

Un día después de su ungimiento, en los territorios del Poder Legislativo el nuevo titular de la Cofetel fue colocado en la picota del PRI, que a través de sus diputados lo han tildado de ser sólo una marioneta del secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas.

El de Cofetel, por cierto, es un tema legislativo que está pendiente desde hace meses, en el Senado de la República. Y, sin duda, es el que ha reactivado Manlio Fabio Beltrones, cuando ha declarado que  es un asunto que amerita revisión en el Congreso.

Tiene la Comisión de Comunicaciones del Senado una minuta (ley que sólo ha sido aprobada en una Cámara, en este caso en la de Diputados) que no ha sido objeto de negociación entre los partidos políticos.

Juan Molinar Horcasitas ha sido reiteradamente llamado a reunión con los senadores para hablar sobre el tema de la Cofetel, pero el funcionario se ha escabullido desde hace meses tratando de evadir a la Guardería ABC, de Hermosillo, en cuyo siniestro un ministro de la Corte consideró que sí tendría él —y otros funcionarios del primer nivel de Gobierno, como el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours— responsabilidad jurídica.

Ayer, en Xicoténcatl, voces de la comisión de marras han considerado la posibilidad de que el titular de SCT tenga que apersonarse “muy pronto”, para que responda primero cuál ha sido su papel en lo que los priistas han tildado de “ultraje” a la Cofetel por parte del Ejecutivo Federal. Y, también, para que  plantee su posición sobre una minuta —la que enviaron los diputados federales al Senado— que, de entrada, se le ha detectado “una enorme laxitud”, muy útil a las televisoras para evadir la ley.

Así como va la minuta, han observado legisladores del Senado —que piden que lo mejor es no asomar la nariz para no ser objeto, desde ahora, de la ira de las televisoras—,  la Cofetel no será, como tampoco lo es ahora, garantía de control sobre los entes regulados, porque es muy laxa.

Con esa laxitud, los que gobiernan la Cofetel tienen la opción de negociar con las televisoras y radiodifusoras del país fines eminentemente políticos, lo que en tiempos electorales no se traduce más que en componendas para la manipulación mediática.

Pero esos entes regulados, o sea las televisoras y radiodifusoras,  tienen además otras puertas abiertas para escapar de los rigores que deberían tener en el sistema jurídico mexicano. Está el camino de la vía de amparo, ante los jueces de Distrito, y el camino de los magistrados del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.

Son, en resumen, tres puertas abiertas que la ley ha dejado a las televisoras: la laxitud de la Cofetel, el amparo y el Tribunal aquel  Es la tríada sobre la cual tendrían que trabajar los legisladores, en el proceso legislativo que aludió Beltrones el miércoles.

Por vía de mientras, el PRI es el partido que más calienta el horno donde se cocinaría la Cofetel.
Arturo Zamora Jiménez, diputado del PRI (Jalisco), dijo: “Este nombramiento (se refería a Swaan, en Cofetel) es un albazo de la Presidencia de la República, y la coloca en la total incongruencia al llamado que Felipe Calderón hizo de diálogo”.

Ahora Alfonso Navarrete Prida, diputado priista del Estado de México: “El problema está en el no respeto a la ley y en la simulación permanente del Gobierno federal, de aparentar respeto a organismos que deberían ser autónomos cuando éstos, como la Cofetel, están en entredicho”.