Tren parlamentario

A tiro de piedra del comienzo de la feria electoral —en Yucatán, el 16; la mayoría de los 15 estados metidos en procesos de renovación de autoridades locales, el 4 de julio—, Felipe Calderón Hinojosa fue descrito ayer desde la tribuna de la Comisión Permanente como un “cínico”, incluso “peor” que Vicente Fox, lo que ya es decir demasiado.

El encontronazo sucedió al final de la asamblea. PRI y PAN se pateaban las ideas unos a los otros con el ímpetu de una pelea callejera. “No se trata sólo de reconocer o no si el municipio o el Estado le pusieron dinero, no, de repente los hospitales se deben a este gran mexicano”… así ironizaba David Penchyna, diputado priista, en alusión a Calderón, a quien centraba así: “Me parece un cinismo rampante; el mismo que fue utilizado en 2003 por Fox”. Y remachaba el priista: “Es evidente que estamos regresando al pasado: no sólo no cambian; son peores”.

Discutían en torno de los spots de radio y televisión del Gobierno federal, que “tramposamente” —así lo tildaban los priistas— Calderón ha estado entreverando en los estados donde hay procesos electorales, citando incluso conclusiones de obra pública federal en dichas entidades.

Acción Nacional respondía en voz del diputado Carlos Alberto Pérez Cuevas: “Ven la paja en el ojo ajeno, y no ven la viga que tienen”, clavaba el panista como una pica en el morrillo de los priistas. Y los volvía a picar: “Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, Yucatán, sólo por mencionar unos cuantos, no son el Estado de México”…

Alusión directa a Enrique Peña Nieto, que ha andado sin rubor por medio país reforzando campañas locales.
Se transfiguraba la Permanente en la “Casa del Jabonero”, a donde los panistas, perredistas y priistas competían para ver quién escupía más alto.

David Penchyna argumentaba, sin embargo, con solidez: “Volvemos a la tentación mediática de utilizar la propaganda en beneficio (de Acción Nacional) a 50 días de una elección que se torna complicada y competida”.

En los recientes días, la Presidencia de la República ha desatado un vocerío propagandístico por los 15 estados bajo disputa electoral. Y era lo que escocía al PRI. “¿Qué casualidad que este spoteo local aparece a pocos días de una elección en un Estado (se refería a Yucatán) donde es evidente que Acción Nacional y el Gobierno federal están desesperados ante su inminente derrota?”, saeteaba David.

La bronca directa estaba entre el PRI y el PAN. Pero terciaban los demás. Mario di Costanzo, del PT, censuró con rigor los spots presidenciales: “¿Por qué no dicen que durante el primer trimestre del año Hacienda emitió una miscelánea fiscal que viola la Constitución? ¿Por qué no informan que han cobrado impuestos a los jubilados? ¿Por qué no informan en sus spots que se está gestando un Fobaproa en el rescate de las Sofoles?”

El panista Pérez Cuevas picoteaba la cresta a los priistas, restregándoles: “Hay que revisar la ley, pero no sólo a nivel federal; también a niveles estatales y municipales”. Y entonces hacía la primera mención a Zacatecas; aunque, sesgado, se ponía al lado de la versión del PRD, que hacía unos minutos había llevado a la tribuna Armando Ríos Piter. La versión de que el PRI supuestamente había sido sorprendido con vehículos que le enviaba el Gobierno priista de Nuevo León, para la campaña.

Hacía unas horas, en conferencia, los once diputados priistas del Congreso de Zacatecas, entre los cuales figuraba el presidente del Congreso, Leodegario Varela, y los ediles de Río Grande y Villa González Ortega, se habían apersonado en Xicoténcatl para solicitar a sus correligionarios priistas presenten un punto de acuerdo en el que se autorice la creación de una comisión especial de legisladores federales que vigile las elecciones en Zacatecas, ante lo que dieron en llamar como “hechos gravísimos, intolerables, de intromisión por parte de la gobernadora Amalia García Medina.

El perredista Armando Ríos, en la tribuna, colocaba en la picota de la sospecha a Hugo Díaz, el dueño de la bodega donde encontraron los 14 vehículos que motivaron la movilización de las fuerzas de seguridad zacatecanas. Que son vehículos rentados, ironizaba Ríos Piter. Pero el empresario (Hugo Díaz) ya declaró que fue por parte del Gobierno de Nuevo León. Pues obviamente habrá que darle seguimiento.

El senador priista Fernando Castro Trenti encaró a Ríos Piter, tildándolo de “cínico”, porque —asegundaba al perredista— fue a la tribuna “a plantear una serie de ficciones que tienen que ver con solapar el vergonzoso nepotismo de Zacatecas”. Y añadía: “La subprocuradora, Concepción García Medina, es hermana de la gobernadora. Y es vergonzoso que terminen asaltando a un empresario”.

Suficiente. Respingó la senadora perredista Claudia Corichi García, hija de la gobernadora. “Espero que con un poco más de respeto”, dijo Corichi desde su escaño a Castro Trento, “porque las afirmaciones de este tipo se tienen que probar, y cuando se hace una acusación, sobre todo sobre un delito como el nepotismo, se tiene que probar. Me encantaría que siendo un legislador tan destacado y un jurista destacado, pudiera describir y probar que eso que dice son afirmaciones reales”. Y preguntaba la senadora: “tienen ustedes conocimiento de quién acredita la propiedad y dónde se acredita la propiedad de los vehículos, quién los rentó, a nombre de quién?...

Estaba Corichi apenas dándose vuelo, pero el que presidía, senador panista José González Morfín, le quitaba la palabra. Aunque es integrante de la Permanente, Corichi —eso se lo aclaraba González— no había pasado lista ese día. Y le quitaban el sonido y la palabra.

La bronca de Zacatecas gravitaba sobre el asunto en discusión. Entró al quite el diputado perredista Guadalupe Acosta Naranjo: “El señor yo no sé si se asustó, si está diabético, si tiene algunos problemas de nervios; él fue el que declaró”, se refería al empresario Hugo Díaz, cuando éste hizo mención del nombre de Nuevo León. Y apostillaba Acosta, diciendo que en todo caso la Policía Federal tenía que investigar.