Sábado, 19 de Octubre 2024
México | Por Vicente Bello

Tren Parlamentario

El provocador del trabajo

Por: EL INFORMADOR

A la propuesta de reforma laboral del Gobierno federal la auparon en unos aires de carcajada. De esos que golpean las sienes como una patada en las canillas. Un día después de que un diputado de Acción Nacional presentó la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo, el autor formal de ésta, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, a los legisladores restregó:

“Por lo que vimos todos los mexicanos que ocurrió en la Cámara de Diputados la semana pasada y por el llamado del Presidente Calderón a redignificar el oficio político y demostrar con acuerdos y resultados que la política le sirve a la gente, tengo el deseo y la convicción de que se podrá avanzar en este tema”.
Pero no había sido todo. Antes, les hubo dicho también: “En un contexto de efervescencia político-electoral por los 15 comicios locales que habrá este año, los legisladores darían una muestra de madurez y responsabilidad dictaminando y aprobando la iniciativa de reforma laboral”.

Lozano es sin duda el hombre más cuestionado del gabinete presidencial, por su talante de provocador. Luego de la presentación de la iniciativa de marras, ha hecho honor a su fama de “hocicón” soltando fogonazos a diestra y siniestra contra quienes, por cierto, ya lo recibirán la semana próxima ante el Pleno, luego de que este jueves 18 fue aprobado por la asamblea un punto de acuerdo en el que se le llama a comparecer a él y a Ernesto Cordero, secretario de Hacienda.

En su comparecencia, Lozano deberá atender los siguientes frentes abiertos que el Gobierno calderonista tiene abiertos desde hace un buen rato: los finiquitos laborales de los trabajadores mineros y electricistas, que el Gobierno ha pretendido a toda costa sellar. Y este nuevo frente que el jueves abrió con la presentación de una reforma laboral que han planteado sólo como una reforma de ley secundaria y no constitucional.

Lozano se la ha pasado diciendo jueves y viernes que la reforma laboral es indispensable, que no está a modo de los empresarios y que “atiende reclamos importantes de los trabajadores y armoniza los intereses fundamentales de los dos factores de la producción: capital y trabajo”.

En la Cámara de Diputados, ayer, no pasó desapercibido el tono sedicioso del secretario del Trabajo, y hay quienes, en el PRD, PT y PRI, suponen que más allá del estilo lenguaraz y provocador de Lozano estarían también otros motivos.

La semana entrante, concretamente el martes 23, día en que presumiblemente estarían presentándose ante el Pleno de San Lázaro los secretarios del Trabajo y de Hacienda, en otros ámbitos estarán celebrándose un conjunto de reuniones de gran magnitud y trascendencia para la vida de la República.

El gabinete de Seguridad de los Estados Unidos –con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario de la Defensa, Robert Gates, a la cabeza- estarán en México, reunidos con sus homólogos mexicanos para discutir, fundamentalmente, en torno de la guerra contra el narcotráfico.

El tema es de importancia mayúscula, en el cual los ojos de, literalmente, todo el mundo estarán puestos en una conversación difícil para el Gobierno mexicano, porque puede evidenciar todavía más la debilidad política del régimen.

Más allá de su actitud provocadora, de “porro callejero”, a Lozano en San Lázaro lo han comenzado a ver como un sujeto generador de cortinas de humo, para que la atención de la gente no esté puesta absolutamente en la reunión que el gabinete de Calderón sostendrá con el gabinete de Obama aquí, en México, en un momento de tensión como se vive a raíz de que los dos países se lanzan dardos por un combate al narcotráfico que lejos está de sus objetivos.

Por vía de mientras, la propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo de Javier Lozano ya se convirtió, desde el jueves mismo, en un fierro más que se acumula en la lumbre. Los dirigentes del sindicalismo agrupado en el Congreso del Trabajo y Confederación de Trabajadores de México (CTM), de filiación priista, sostendrán una reunión con líderes de la Unión de Trabajadores Democráticos (UNT), en los que agrupados están los telefonistas de Francisco Hernández Juárez, los universitarios (Stunam) de Agustín Rodríguez, y, entre otros, los dirigentes del Sindicato Mexicano de Electricistas —sobre cuyo líder, Martín Esparza, pesa desde el martes la posibilidad de una orden del aprehensión—, y los del sindicato minero de Napoleón Gómez Urrutia, a quien, por cierto, entre las “travesuras” que hizo al que fuera coordinador de la bancada panista de la Cámara de Diputados en la LVIII Legislatura (2003), Felipe Calderón, figura el haber presentado entonces en San Lázaro la propuesta de reforma laboral que más argumentaba en contra de la entonces Ley Abascal, una propuesta de reforma laboral que también pedía prácticamente lo mismo que lo que ahora plantea la Ley Lozano.

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