Tren Parlamentario

Igual que el horno para las panaderías, así son de fundamentales las comisiones legislativas para las cámaras del Congreso de la Unión. Y, todas, se prenderán de súbito a partir de este día, cuando comience la instalación de cada una de ellas.

Las 44 no tendrán otro proceso legislativo que atender estos días que la revisión de los presupuestos de la Federación para 2010.

Hay dos cuya actividad será troncal: la de Presupuesto y Cuenta Pública y la de Hacienda y Crédito Público.

En la de Hacienda, que será presidida por el diputado federal panista Mario Becerra Pocoroba --un abogado de gran cercanía personal con Felipe Calderón--, la materia prima legislativa será la revisión y dictaminación de la Ley de Ingresos y las leyes que cada año son reformadas para estar a tono con los impuestos; más las proyecciones macroeconómicas.

En la de Presupuesto y Cuenta Pública, que bajo la presidencia del diputado priista Luis Videgaray estará en realidad controlada por el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, no hay otra función más importante que la revisión del Presupuesto de Egresos, y será, sin duda, la comisión más visitada por gobernadores, presidentes municipales, y organizaciones sociales, políticas y culturales en los días por venir.

Pero el PRI, que con su fuerza singular que trae se hizo de la presidencia de 20 comisiones ordinarias, tampoco quiere dejar muy “suelta” a la Comisión de Hacienda, y en acuerdo con los senadores priistas han informado de la creación de cuando menos siete grupos de trabajo (comisiones especiales, en la práctica) que darán seguimiento, cada uno, a los temas del presupuesto, gastos fiscales, Ley de Ingresos, Derechos, Criterios Generales de Política Económica (fenómenos macroeconómicos), código fiscal e impuestos especiales.

En los hechos, los priistas han pretendido con esta jugada sacar de las comisiones ordinarias el tema del paquete económico, y llevarlo a los terrenos que a ellos convenga. Estarán allí, por ejemplo, los senadores y empresarios que ellos elijan estar.

Cuando al diputado priista  David Penchyna --vicecoordinador económico de la bancada del PRI en San Lázaro-- un reportero le preguntó si con tales grupos de trabajo no estarían entremetiéndose en funciones propias de la Comisión de Hacienda, éste respondió: “Al contrario; va a ser complementaria”. Y apostillaba: “Si ustedes revisan lo que la Comisión de Hacienda tiene bajo su responsabilidad, la oportunidad de haber creado  algo que fue una idea de nuestro coordinador Francisco Rojas, es una idea profesional, seria y responsable; no se contrapuntea con nada”.

Asesores económicos del PRD y PAN advertían este miércoles que a partir de hoy los diputados de esos dos partidos políticos comenzarán a respingar, porque el accionar del PRI no es otro que el virtual secuestro del debate presupuestario.

Un debate en el que todavía los priistas no han sido claros respecto de si sostendrán o no la promesa de campaña de evitar que sean incrementados los impuestos.

Francisco Suárez Dávila --un ex diputado federal priista de la LIX Legislatura, y subsecretario de Hacienda en los tiempos de Ernesto Zedillo-- había dicho en el Senado, al mediodía, que 2% es un IVA disfrazado, y que antes de subir impuestos, o crear otros, debería privilegiarse la recuperación económica del país.

La presidenta de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, Ninfa Salinas, había llamado la atención tanto como la de Presupuesto, por una razón: Ninfa es hija del dueño de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego.

Aquello de ser juez y parte será apenas un juego, en comparación con el conflicto de intereses que se avizora en la Comisión de marras.

Ocho horas detuvo la discusión por la presidencia de la Comisión del Distrito Federal. Acción Nacional la quería, como también el PRD. Este aducía que con sus 30 diputados tenía derecho a ello; el PAN, con sus siete del Distrito Federal, lo ha conseguido en alianza con el Partido Revolucionario Institucional.

Casi a las cinco de la madrugada de este miércoles, luego de un receso de casi 12 horas, la sesión ordinaria de San Lázaro decidía en votación el curso final del reparto de las comisiones: 20 al PRI; 12 al PAN, seis al PRD; tres, PVEM, y una, respectivamente, a PT, Nueva Alianza y Convergencia.

Ya tarde, cuando Agustín Carstens, secretario de Hacienda, se reunía con la cúpula del Partido Acción Nacional, en las filas del PRI leyeron el accionar político como una respuesta a la conformación de los denominados grupos de trabajo aquellos, desde los cuales competirán los priistas con la Comisión que presidirá el calderonista Mario Becerra Pocoroba.

Cuauhtémoc en el Senado

En el Senado, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano opinó que la alianza que anunciaron panistas y perredistas, por Oaxaca, “sería contradictoria llevarla a cabo”. Y explicaba: “Dos proyectos contradictorios no pueden caminar juntos en una alianza como la de Oaxaca entre el PRD y PAN”.

Cárdenas se apersonó en Xicoténcatl, al lado de académicos de la UNAM como Rolando Cordera y Francisco Suárez Dávila. Presentaron a los senadores una propuesta sobre economía que dieron en llamar “México frente a la crisis: hacia un nuevo curso de desarrollo”.

La polémica en torno de Oaxaca comenzó hace dos semanas, cuando en un debate donde nadie lo llamaba, el diputado federal priista Héctor Pablo Ramírez Puga-Leyva terció y oradores de peso completo como Javier Corral Jurado se le fueron encima a él y al gobernador Ulises Ruiz, quien desde entonces ya no siente lo duro, sino lo tupido.