Tatic Samuel

22 de enero de 2000. Samuel Ruiz se despide en San Cristóbal, Chiapas, tras 40 años como Obispo. Antes de la celebración en la explanada de catedral, atiborrada de tzeltales, tzotziles, tojolabales, zoques, conferencia de prensa. Sala llena, ambiente tenso. Ya se sabe que a Raúl Vera, natural sucesor, se le arranca de ahí. Son tres años de Acteal, siete de la insurgencia zapatista.

Tatic (padre) ha sido el mediador, el defensor de los indios. El nuncio, Justo Mullor, ha avisado que no acude. Su ausencia es mal interpretada. Don Samuel sortea preguntas que son balas.

Dice: Esta diócesis está colocada en un vértice de situaciones concretas con repercusiones nacionales e internacionales que no hemos elegido… Nosotros… acatamos la disposición de que don Raúl no vaya a ser sucesor. Obedecemos.

Estamos en comunión con la Santa Sede. Nuestra relación (con el nuncio) va más allá de una jerarquía de articulación jurídica… Nuestra comunión con Roma no está en duda. Somos parte de una Iglesia hecha por Cristo con hombres y para hombres. Falla, y Él aceptó vivir esa aventura. En eso no hay duda en nuestra fidelidad a la Iglesia.

Le recuerdan que un cardenal había pedido unidad. Responde: Desde Cristo en la última cena pide por la unidad… La unidad no es uniformidad… tiene sus tensiones… La unidad se enriquece con diferentes posiciones. Algunos medios buscan la fractura… Enfrentar diferencias supone una gran madurez.

Dice: Sería pretencioso pensar que en mi vida personal y episcopal no hubiera cometido ninguna falla. A veces uno no es consciente de algo… pasa uno por encima del otro por presiones… Soy de un proceso olvidadizo.

Por cuatro o cinco días recuerdo personas y se me borran los agravios. No me acuerdo de quienes me echaron huevos a la casa episcopal. Eso me dificulta unas cosas: a quién le pido perdón si no me di cuenta de a quién ofendí. Incluso a ustedes les pido perdón.

A veces me he enojado cuando veo una nota que no refleja lo que dije… Somos parte preponderante en… la toma de conciencia del indio como sujeto de su historia. Velasco Suárez inaugura una radiodifusora en lengua indígena.

El indio se alegra. Sabe que su lengua vale… Enfrentamos lo que ya hemos vivido: expulsiones, cierre de iglesias. El Día del Soldado se repartieron carteles que decían “Fuera, Sr. Obispo”, por todas partes. Atendemos a grupos vulnerables en sus demandas legítimas. Ya ha surgido de las comunidades (indígenas) la petición de la atención al soldado. Los felicitaron el Día de Reyes...

Fueron a cultivarles las tierras que los soldados tenían, para decirles “son nuestras, pero para ofrecerles alimento”. Y les dijeron “Hermanos, ¿no podrían ustedes encontrar otro trabajo que éste que los tiene aquí?” Hay que hacer llegar una palabra para que se capte cuál es el servicio que estructuralmente debe prestar el soldado.

Ése fue don Samuel, padre, pastor.