Son tribus juveniles representación cultural, no apología de violencia

CIUDAD DE MÉXICO (24/JUL/2010).- No es moda. Es un estilo de vida. No son iguales. Son totalmente diferentes. Sus gustos difieren en prácticamente todo, sólo hay dos factores que son comunes en todos ellos: su gusto por la música y el formar parte de una tribu o, como más pomposamente se les dice ahora, de una subcultura.  

Día a día los podemos observar caminar por todas partes, unos ataviados de negro, otros con la clásica mezclilla, otros con bermudas y montados en patinetas, algunos más con corbata delgada y de saco o chaleco, aquellos con el cabello cubriéndoles la cara que muestra un rictus de tristeza.  

Volteamos y los vemos con el pantalón ajustado y la playera negra mostrando las imágenes que van desde sus grupos favoritos hasta las apologías de la muerte en sus diferentes representaciones y allá observamos a los de los pantalones holgados, con la camisa de franela a cuadros y la gorra de lado, conviviendo con los que se rasuran la cabeza y muestran una serie de tatuajes.  

Pero un hecho es común: todos ellos, cada uno a su modo, mandan un mensaje claro de sus gustos musicales y de la tribu a la que pertenecen, mismas que conforme pasa el tiempo son identificadas por más personas aunque muchas siguen mostrando su desencanto y sus críticas hacia esos jóvenes rebeldes e inconformes que se atreven a salir a la calle en "esas fachas".  

Ahora bien, el hecho de que logremos identificar a algunos de estos grupos de jóvenes no implica que conozcamos a todas las tribus que conviven con nosotros en la actualidad y esto lo deja en claro Julio Martínez Ríos, quien al menos reconoce a 17 variantes o subculturas que habitan México y las cuales plasma en su libro "íArde la calle!" editado por Reservoir Books Mondadori.  

En su obra, de 248 páginas, el autor habla de cada una de estas vertientes juveniles, los aspectos que las caracterizan, desde su indumentaria y sus comportamientos hasta la música que escuchan, y la cual, como él mismo señala, puede ser una guía para que todos, pero en especial los padres, puedan conocer cada una de estas expresiones o al menos aquella en la que sus hijos están metidos.  

"Es un libro construido para el público juvenil en el que tratamos al público joven con respeto, citamos todas nuestras fuentes bibliográficas, nuestras entrevistas con plenitud de crédito; es un libro hecho con mucho respeto al público juvenil', dijo Martínez Ríos.  

"Pero creo también que podría servir como una guía a los padres que tengan contacto con jóvenes, porque de repente los papás, por el mundo que les toca vivir, son los más expuestos a las deformaciones culturales que se propagan en algunos medios de comunicación'.  

Destacó: “también me parece que la seriedad y la agilidad con que planteamos el texto lo hacen más accesible a un público de 12 como para un público de 45 años", indicó.  

"Los medios muchas veces se van por la referencia fácil e inmediata, con la nota al vapor creada con dos o tres entrevistas banqueteras con chavos que se encuentran en la calle, que a lo mejor no están bien informados, y a partir de ello construyen una nota que divulga completamente distorsionada la información relativa a estas culturas y que por ser expresiones juveniles al sistema, a lo establecido, le causa cierta incomodidad", comentó.  
El autor sostuvo que "justamente la intención del libro es que a partir de entrevistas con periodistas, con músicos y con gente que participa en estas formas de cultura contemporánea presentemos una idea clara de qué son y qué no son estas formas de expresión cultural".  

De manera puntual subrayó que, contrario a lo que se pretende hacer creer, ninguna de estas expresiones está ligada a la violencia, ni tiene al crimen como precepto ideológico o como idea cultural.  

Subrayó que no es que la calle esté ardiendo por la violencia, sino que "la calle arde por el fuego de la vida, de la creación, de la aportación a través de la música, de la cultura, de los libros, de las películas, ese es el fuego que de algún modo queremos retratar con la perspectiva de este libro".