Seguridad y sentenciados

La eficacia o no eficacia del combate al narcotráfico en México queda al descubierto cuando los detenidos por policías y militares ingresan a las penales para ser juzgados por el aparato del Poder Judicial de la Federación. En ese filtro, donde a los acusados se les exonera o impone una condena, ocurre un punto de quiebre: el incremento del número de internos procesados por delitos federales, es abultadamente dispar comparado con el de los sentenciados. En la última década, el aumento de internos del fuero federal proporcionalmente fue de cuatro procesados por uno sentenciado.

Las cifras oficiales revelan que, en ese periodo, los internos del sistema penitenciario procesados por delitos federales (contra la salud y violación a la Ley de Armas de Fuego, la mayoría) aumentaron de 11 mil 917 en el año 2000 a 21 mil 190 en junio del año pasado. Esto significa que, con sus vaivenes anuales, aumentaron 77.8% en términos globales.

En cambio, en el mismo lapso, los internos sentenciados del fuero federal crecieron apenas 7.9%, al pasar de 29 mil 730 a 32 mil 089, según el Tercer Informe de Labores de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

Es decir, los internos procesados por delitos federales en ese periodo se incrementaron nueve mil 273 y los sentenciados dos mil 359, una diferencia significativa, si bien no tendrían que coincidir las cifras.

Son distintos y complejos los factores que podrían explicar el fenómeno. Sin embargo, surgen preguntas como: ¿Son mucho menos los internos sentenciados porque buena parte de los internos procesados luego resultan inocentes? ¿Significa que a un porcentaje de éstos se les violentaron sus derechos humanos de tal manera que se les condujo ilegalmente a prisión y se les sujetó a un proceso? ¿Cuántos salen libres por averiguaciones previas mal integradas deliberada o negligentemente por agentes del Ministerio Público? ¿Cuánto influye en la menor cifra de sentenciados el exceso de trabajo en juzgados o lo prolongado de los procesos judiciales? ¿Cuánto afecta la corrupción en los tribunales federales? ¿Cuántos adinerados delincuentes salen libres por contar con despachos con abogados más hábiles que los fiscales para los litigios penales? ¿Menos sentenciados repercuten en más inseguridad pública?

Mientras las autoridades presumen avances en el combate a la delincuencia organizada, el número de internos del fuero federal sentenciados fue menor respecto al año anterior en 2003, 2005, 2006, 2007 y 2008, o sea, en la mitad de la década y en el primer trienio de Felipe Calderón.

En esa transición de estatus jurídico, entre internos procesados a internos sentenciados, existe un profundo agujero que hace dudar de la eficacia en el combate a la delincuencia organizada.