¡Se les atravesó la realidad!

Como siempre, todo se les amontonó a última hora. Como siempre, echaron mano de la vieja receta que inventaron sus predecesores: "legislar al vapor", sin concederle el mínimo valor a la llamada voluntad ciudadana. Como siempre, diputados y senadores pagan con unas cuantas desveladas los meses de holganza y frivolidad que envuelven las maratónicas sesiones en las que simplemente dan trámite a iniciativas de ley inocuas y protagonizan vergonzosos torneos de vulgaridades.

Algo alcanzaron a hacer los legisladores para moldear un nuevo marco legal que sustenta las acciones de las Fuerzas Armadas en las tareas de combate al crimen organizado al que las ha metido el Ejecutivo federal con un desastroso saldo, visto por donde le mire. Todavía está por verse si el resultado de meses de discusión parlamentaria rinde frutos o sólo enmaraña aún más el papel de las instituciones responsables de brindar seguridad a todos los mexicanos.

Pero lo cierto es que una de las grandes llamaradas legislativas que se encendieron hace buen rato ya huele a petate quemado. Hablo, desde luego, de la reforma política que se acometió con múltiples iniciativas que, vistas las cosas a distancia, quedaron reducidas a un concurso de escaparate en el que los foros, las mesas de discusión, las giras de los protagonistas por toda la república no sirvieron para concretar un nuevo marco institucional en materia político-electoral.

El senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Graco Ramírez, presidente de la Comisión para la Reforma del Estado anticipó desde el martes pasado que será hasta septiembre cuando se dictamine la reforma política a pesar de los consensos que ya existen. ¿La razón? No hacía falta ser adivino para conocerla desde hace meses: "Las elecciones del próximo 4 julio han dificultado la discusión", como si se tratara de algo inexorable, fatal, en un régimen democrático.

Gustavo Madero, coordinador de los senadores panistas, se da de santos con que se apruebe un primer paquete de reformas "que son más urgentes, porque si algo daña a los ciudadanos es la falta de decisión de su representación política". Dicho en cristiano, los mexicanos estamos hasta la m… édula de que los legisladores no hagan su trabajo.

Ahora resulta, dice don Graco, que "se atravesó la realidad política de las elecciones que se efectuarán en julio próximo en 14 estados del país, por lo que se acordó elaborar los dictámenes hasta septiembre cuando pase dicho proceso".

Seguirán en el catálogo de buenas intenciones la segunda vuelta en la elección presidencial, la reducción del número de diputados y senadores, las candidaturas independientes, la reelección de legisladores… y un largo etcétera. A ver si algún día diputados y senadores aprenden a sacarle la vuelta a la realidad.