Se enfrentan grupo armados

CHIHUAHUA, MÉXICO.- Siete personas muertas, cuatro de ellas en un choque entre grupos rivales de delincuentes, y dos heridos sacados de un hospital por un comando armado, es el balance de hechos violentos reportado hoy por las autoridades de diversos estados mexicanos.

El choque que dejó cuatro muertos sucedió en una zona montañosa de difícil acceso del noroccidental estado de Sinaloa, en el límite con el vecino territorio de Chihuahua, dijo el portavoz de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa (fiscalía estatal).

El suceso ocurrió entre la tarde del día 24 y el día de Navidad, según la dependencia.

En él resultaron muertas cuatro personas; dos de los cadáveres se hallan aún en el fondo de un barranco, según han podido ver las fuerzas de seguridad desde el aire.

Otras dos personas, cuya relación con los hechos se está determinando, fueron extraídas de un hospital cercano donde recibían atención médica por un comando de hombres pertrechados con rifles de asalto.

El grupo, formado por entre diez y trece individuos, entró en el Hospital Integral de la Sierra y con amenazas, pero sin disparos se llevó del centro a los dos heridos, en camionetas.

La fiscalía sinaloense desconoce por el momento, las causas del suceso y la filiación de los grupos que se enfrentaron en la sierra.

El estado de Sinaloa es base para el cártel del mismo nombre, comandado por Joaquín "El Chapo" Guzmán, mientras que la limítrofe tierra de Chihuahua es sede del cártel de Juárez. Ambas organizaciones se enfrentan por el control de las rutas de contrabando de estupefacientes.

Adicionalmente, las autoridades del estado norteño de Sonora reportaron hoy un muerto hallado calcinado en una camioneta, y las del sureño Guerrero dos fallecidos por disparos de arma de fuego.

En lo que va del año, la violencia del narcotráfico ha provocado cerca de 5.400 muertes, la gran mayoría de ellas correspondientes a sicarios, debido a la guerra interna de los señores de la droga por el control de las plazas.

Los ataques han sido más frecuentes en los estados del norte, próximos o fronterizos a Estados Unidos. Chihuahua, Baja California y Sinaloa han sido los más afectados por las balas del narcotráfico.

La irrupción de hombres armados en centros médicos para rescatar a sus pistoleros heridos o rematar a sus rivales se ha convertido también en una práctica habitual de los narcotraficantes.