Salinas, la sombra del alcalde

El regidor panista Jorge Salinas Osornio parece dispuesto a cumplir con la encomienda que le dieron los electores el pasado 5 de julio: encabezar la oposición en el Ayuntamiento de Guadalajara que encabeza el priista Aristóteles Sandoval.

Le pregunto una y otra vez si es cierto que dejará la regiduría para ocupar otro cargo, y rotundamente lo niega, aunque sin contener una sonrisa socarrona. Confiesa que antes del primero de enero de este 2010, tanto de la administración estatal que encabeza Emilio González, como de la federal del Presidente Felipe Calderón, le consultaron si cumpliría ocupando el cargo para el que fue electo, o le interesaría seguir su carrera política en otro espacio; la respuesta fue que será regidor hasta que concluya el actual Ayuntamiento tapatío.

En contraparte, Salinas asegura con pleno convencimiento, que el alcalde Aristóteles abandonará su cargo en enero de 2012 para contender por la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para la gubernatura de Jalisco. Y entonces el regidor panista deja en claro que será como una sombra para el alcalde y le estará señalando todo cuanto haga mal o deje de hacer su administración.

Para abrir boca, Jorge Salinas describe al Gobierno municipal priista de los primeros 45 días: “Es un Gobierno dedicado a revanchas, es un Gobierno que está trabajando desordenado y que no tiene una sola idea de cómo empezar a trabajar”.

Aristóteles, según dice el edil panista, está más enfocado en buscar reflectores que resalten su imagen personal, que en resolver los problemas que acusan los tapatíos. Prueba de ello, indica, es que ya se produjo la contratación de un asesor de imagen para adiestrar a los funcionarios, en primer lugar Sandoval, a hablar en público, vestirse bien y aparecer siempre impecables. Por si fuera poco, Salinas cuestiona los actos públicos que realiza el alcalde, porque sólo son “montaje de escenografía” en que los vecinos hablan bien del presidente municipal.

“Le falta mucho (…) él está más enfocado en salir sonriente en la televisión”, remata con contundencia.

El regidor panista, pese a su juventud, se ha instruido sobre la historia remota y la reciente de Guadalajara. Destaca logros de administraciones priistas como las de don Arnulfo Villaseñor y Eugenio Ruiz Orozco, y resalta acciones de las panistas de César Coll, Francisco Ramírez Acuña o Emilio González. La pregunta es si el Partido Acción Nacional (PAN), que después de 15 años ha regresado a ser oposición, sabrá plantear buenos proyectos y tener habilidad para lograr acuerdos que le abonen a la ciudad y no sean sólo la arena para dirimir el futuro político de priistas y panistas, porque oposición responsable no significa sólo ser “cuchillito de palo”.