SME: dirigencia criminal

En cualquier momento el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) —del que se ha apropiado un líder venal como Martín Esparza— podría ser noticia mundial y, con ello, reencauzar “su lucha” con uno de los mártires que, paciente, el gremio fabrica en los últimos 90 días.

El nombre del mártir hoy es lo de menos —podría ser cualquiera de los muchos sindicalistas que están en huelga de hambre y cuya salud ya es precaria—, ante los actos criminales que promueve la dirigencia del SME, y a cuyos líderes no importa la vida de un trabajador, como apremia un mártir; bandera para mantener vital una causa que, legalmente, está muerta. Y no, aquí no se trata de cuestionar la decisión de los huelguistas de hambre que anteponen su vida al reclamo de su fuente de trabajo perdida —estupidez a la que llegó la senadora Rosario Ibarra de Piedra, cuando dijo que el disidente cubano y huelguista de hambre, Orlando Zapata, “murió porque quiso, nadie lo obligó a ponerse en huelga de hambre, por lo que el Gobierno de Cuba no es responsable de su muerte”—, sino de señalar la responsabilidad que en un potencial desenlace fatal tienen Martín Esparza y su claque.

El problema no es que existan trabajadores electricistas dispuestos a dar su vida por recuperar su empleo —posición que sin duda engrandece a esos trabajadores—, sino que existan líderes venales que los engañen, que les hagan creer que con el sacrificio de su vida lograrán algo; que no hablen con la verdad a sus agremiados y a la opinión pública y, sobre todo, que no sean capaces de reconocer que el Gobierno y el Estado todo llegaron al extremo de extinguir la Compañía de Luz y Fuerza, precisamente porque líderes corruptos y un sindicato que prefirió la lucha política, antes que la defensa de los derechos laborales, saquearon la empresa durante décadas.

Hoy, para la trasnochada izquierda mexicana, para sus intelectuales, periodistas y defensores a ultranza —que defienden ardorosos la alianza con la derecha—, lo políticamente correcto es apoyar “la lucha del SME”, justificar los sabotajes probados contra instalaciones eléctricas de la CFE, defender la barbarie desatada por los trabajadores del SME contra los ciudadanos en general y los periodistas en particular —como el caso de Milenio Televisión y Televisa—, y culpar de los bloqueos viales, “a Calderón”.

La eventual muerte de uno o más de los huelguistas de hambre del SME, los sabotajes contra instalaciones federales, las golpizas criminales contra trabajadores de la CFE, el asalto y saqueo a instalaciones eléctricas, los golpes y la rapiña contra periodistas, el caos vial que afecta a millones, son responsabilidad de Martín Esparza y su claque; otrora poder fáctico de intocables. ¿Por qué siguen intocables? Porque según la trasnochada izquierda, lo políticamente correcto es apoyar todo lo que haga el SME, y porque los timoratos gobiernos federal y del DF les tienen miedo. Claro, hasta que cuenten con su primer mártir.