Revolución educativa

Un buen número de grandes y pequeños pensadores de todo el mundo y de diferentes épocas se han cansado de afirmar que si se quiere tener una nación sana, unida y productiva, es necesario contar con una estructura educativa lo suficientemente sólida y llena de valores que permita que chicos y grandes, jóvenes y miembros de la tercera edad, hombres y mujeres, sin distinción de género tengan oportunidad de acceder a una educación laica, plural y democrática.

Y en ese mismo sentido se pronunció Beatriz Pagés Rebollar, la destacada periodista directora de la Revista Siempre!, durante su conferencia ofrecida en nuestra ciudad, cuando entre otros conceptos expresó que “Nada, absolutamente nada podrá lograrse si antes no se lleva a cabo una verdadera revolución educativa en el país.

Pues a diferencia de la campaña alfabetizadora iniciada por José Vasconcelos después de la Revolución y que era imprescindible para incorporar a los sectores más pobres y marginados al proceso productivo, hoy se hace necesario un movimiento que arraigue y reconcilie al mexicano consigo mismo”.

Claro está que para que esto pueda llevarse a cabo, también es necesario que cada uno de estos términos sea entendido previamente y en todas sus concepciones, y no solamente las que provengan de seres mesiánicos, esto es de aquellos que tergiversan su liderazgo por un mesianismo sin sentido en el cual quienes no piensan y actúan de manera idéntica al “mesías”, se exponen a ser blanco de la ira de éste o de alguno de sus correligionarios.

En lo personal me gustó y entusiasmó la conferencia magistral, llena de interesantes conceptos y profundas reflexiones acerca del acontecer político de México y su evolución.

Además, no faltaron las propuestas y exhortos a la acción ciudadana, así como tampoco pasaron inadvertidas las agudas críticas  a todos y cada uno de quienes no hemos sido capaces de hacer algo efectivo para lograr que renazca la identidad nacional que cada día se ve más lejana y que es impostergable rescatar, antes de que nos convenzan de pasar a ser una estrella más de la bandera norteamericana.

Lamentablemente, y como muestra de lo mucho que se tiene que trabajar, de las más de 300 personas que nos dimos cita para escuchar la conferencia y reconocimos el trabajo presentado, hubo cuatro o cinco que se sintieron ofendidas cuando Pagés Rebollar hizo alusión a la alianza entre Felipe Calderón y Manuel Andrés López Obrador en las elecciones del Estado de México —que es bastante obvia—, lo que ocasiono que se comportaran de manera majadera con la conferencista y todos los asistentes, lo que se convirtió en el prietito en el arroz propiciado por personas que a falta de líder y tolerancia, siguen a su mesías.