Rescatemos Vallarta

Es un privilegio que está encallado al centro de la segunda bahía más grande de América; Bahía de Banderas. La única bahía que se encuentra dentro de las bahías más bellas del mundo por “Le Club des Plus Belles Baies du Monde”. Y con todo esto a nuestro favor estamos perdiendo nuestra escénica raíz histórica. Cada vez nos alejamos más de esa pintoresca alma de un pueblo que una vez fue “magia pura”.

Si Vallarta pierde su Centro va a dejar de ser Vallarta. Y lo estamos perdiendo. O sea, el Vallarta bonito está emigrando hacia el otro lado del Río Ameca hacia Bahía de Banderas, Nayarit. Se está dejando ese pueblito antiguo, precioso, entrañable, en un quinto patio de las vecindades donde ahora habita el personal de servicio de los diferentes negocios, tal cual sucedió en la Ciudad de México o en Caleta y Caletilla en Acapulco, y esto es verdaderamente preocupante, tal como lo dijo en una espléndida entrevista radiofónica el historiador e investigador José María Murià, conducido por Luis Reyes Brambila.

Si Vallarta pierde su Centro va a dejar de ser Vallarta, así de simple, va a ser otra cosa con el mismo nombre. Tenemos que defender el Centro como una zona de vida en la que deben de manifestarse todas las expresiones vitales de una comunidad.

Se plantea ahora el hacer del malecón un lugar “peatonal”. La idea es, desde mi punto de vista, lo que tendrá que suceder, la cuestión es el ¿cómo? Cómo volver ese espacio la caminata obligada de todo local y visitante. Pero eso es cosa de profesionales en la materia de sustentabilidad, vialidad y alternativas de movilidad. No soy experto en eso, pero sí soy un ferviente creyente de que ese espacio es vital para la convivencia y relajamiento y tradición.

Ahora, lo que me pregunto es ¿qué vamos a hacer con esa bola de carcanchas sucias, descuidadas y criminales que transitan impunemente como Alianza de Camioneros que creen que las calles les pertenecen? Hay sin lugar a dudas más camiones que turistas, se les ve ya como una parte del paisaje horrendo de este lugar, invadiendo carriles, jugando carreritas entre ellos a velocidades fuera de todo control, y las autoridades… bien Gracias. ¡Nefasto! en cualquier orden de sociedad.

¿Entonces? Señores. Si ni siquiera en este orden básico de prioridades hacen algo decente por su comunidad. ¿Cómo pues quieren discutir proyectos de alto impacto? Ya pedir que se pongan las pilas es algo tan repetitivo como los chatarrabuses (Nacho Cadena dixit) rebasándote a milímetros de tu carro, pero eso sí “velocidad controlada por computadora”.