‘‘Resaca de festejos’’

Pasados ya los festejos bicentenarios en los que hubo de todo, gente que le pareció todo muy bien y otros que dijeron que les había caído gordo el festejo, en fin de todo hay en la villa del Señor. Los festejos fueron una combinación de “Disney parade”, la inauguración del estadio de Vergara y una función del Cirque de soleil, aderezada con la profunda ignorancia de los jilgueros televisivos.

Hay quienes dicen que no hay nada que celebrar y no les falta razón, pero cuando va a ser el cumpleaños de alguno de nosotros nadie se pone a considerar si ha sido bueno el sujeto a festejar, se festeja porque toca y nos gusta el jolgorio, si quitamos las mentiras bicentenarias, haiga sido aquel como haiga sido, lo cierto es que sí fue bicentenario del grito de Dolores y eso basta cuando menos para mí, para justificar la pachanga.

Por mi parte considero que es muy bueno que el Gobierno haga este tipo de guateques por varias razones: la primera porque probablemente sea lo único bueno que el Gobierno le dé a la gente, todo lo demás son friegas y más vale que le gusten estas perchas, porque en ese caso ya se fregó porque no recibirá nada mejor de éste. En segundo lugar porque hay muchos empleos directos, lástima que tan sólo sean para cantantes, gritantes, brincantes y demás sujetos que viven de la tandareola, aunque hay que decir como tercera razón que hay mucho espacio para hacer doble contratación, una que le llega al artista y otra con la que es rasurado el dinerito que en el mejor de los casos quede para las campañas que tanto gustan, lo que es la cuarta razón.

Me gustaría hacer una cuenta, apuntar cuánto ganaron los 10 más chipocludos de los actuantes y multiplicarlo por las actuaciones que tuvo durante el año, para ver cómo andará su declaración de ingresos, porque puedo decir con seguridad, aunque no conozca los números, que jamás por las razones ya dichas, un cliente les ha pagado mejor que el Gobierno, para eso es Gobierno.

Lo que no sé como harán será el festejo del centenario, porque los de la independencia están muy lejos en el tiempo, pero los revolucionarios no eran que yo recuerde muy apreciados por la actual casta gobernante, aunque debo reconocer que pa’ lo gordo que les caían se han moderado mucho, lo que los pintaba era un versito que decía: Oaxaca nos dio dos caudillos (Juárez y Díaz), Coahuila dos caudillejos (Madero y Carranza), Sonora nos dio dos pillos (Obregón y Calles) y Michoacán dos pellejos (Cárdenas y Ortiz Rubio) y vamos, no creo que eso lo hayan inventado los revolucionarios o sus gozosos sucesores.