Reforma por consenso, quiere Segob

El Gobierno del Presidente Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional (PAN) le apuestan a la aprobación de la reforma energética “no a costa de cualquier cosa”, porque “no puede ser simplemente buscar el número de votos necesarios con la oposición, debemos buscar el más amplio consenso posible”, declaró ayer el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Juan Camilo Mouriño, quien aseguró que irán por los votos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero también del Verde, Nueva Alianza y Alternativa, a semejanza de lo que se ha hecho en otras reformas, como la fiscal y la electoral.

Durante una gira de trabajo por Guadalajara, en entrevista con El Informador, Mouriño dijo estar seguro de que se puede construir ese gran acuerdo de partidos en el Congreso de la Unión para aprobar la reforma, porque “hay una serie de combinaciones por las cuales se puede buscar una mayoría, y la apuesta del Gobierno es el más amplio consenso posible de quienes quieren transformar a México y modernizar la industria petrolera”. Esto, a diferencia de la opción planteada por el líder de los senadores del PAN, Gustavo Madero, quien aventuró que podría conseguir los votos necesarios del PRI para sacar la mayoría.

Mouriño calificó la modernización del sector energético como una reforma estratégica para el proyecto sexenal del Presidente Calderón, pero no para la viabilidad de su Gobierno, “porque en cuestión de inversión, en cuestión de barriles de petróleo crudo adicionales o en cuestión de refinados adicionales que pudiera haber en este sexenio, (sería) muy poco”.

Si no se logra la reforma, dijo, “esta administración no va a sufrir las consecuencias, quizá las consecuencias políticas cortoplacistas de que no se le aprobó al Presidente una iniciativa enviada, pero no las consecuencias ni económicas, ni estructurales que va a sufrir la siguiente administración, que no tendrá la capacidad de resolver, independientemente de cómo queden integradas las cámaras (legislativas), porque no va a tener tiempo de resolver lo que hoy dejamos de hacer”.

Interrogado sobre los escenarios que se anticipan para las elecciones federales de 2009, y la visión que de ellos tiene como responsable de la política interior y de las relaciones con los partidos, respondió:

“Esperemos que no se presente un escenario de desestabilización. Algo importante que se logró después de la polarización que generó el proceso electoral pasado (de 2006) y lo cerrado del resultado, fue tener un consenso amplio respecto a otra reforma, que era la electoral, que le da a todas las fuerzas políticas la posibilidad de sentirse identificados y a gusto con las reglas del juego, y eso es importante para los procesos democráticos y para tener un ambiente más estable en un proceso electoral”.

Abundó que la renovación del Consejo General del Instituto Federal Electoral, lograda con el consenso de las fuerzas políticas, también da certidumbre al proceso comicial de 2009, por lo que, puntualizó: “Me parece que no tendría porqué existir mayor inestabilidad; por el contrario, creo que México en cada uno de los procesos que tiene, va madurando más en lo democrático, entendiendo más las elecciones, participando más como sociedad, estando más atento a cada una de las propuestas de los candidatos y de los partidos, y tomando con mayor libertad cada vez sus decisiones con respecto a participar en el proceso; no vislumbramos mayores problemas al respecto”.